Otro episodio de la batalla urbanística de la Palmera en Sevilla

Varias asociaciones ecologistas se concentran en la Avenida de la Palmera

Indignación por el último derribo de la Avenida de la Palmera y la desidia municipal

Concentración junto al número 38 de la Avenida de la Palmera, convertida ahora en solar.
Concentración junto al número 38 de la Avenida de la Palmera, convertida ahora en solar. / M. G.
Álvaro Ochoa

15 de diciembre 2021 - 06:00

"Somos pocos, pero tenemos mucha razón". Una veintena de personas se concentraron ayer por la tarde en el número 38 de la Avenida de la Palmera, bautizado como Nuestra Señora de Aránzazu. En ese punto de la popular arteria de Sevilla hay ahora un solar tras el derribo de un chalé. "Había 44 árboles y 1.200 metros de superficie arbolada por sombra", explica Antonio Fajardo, de la Asociación Parque Vivo del Guadaíra. Él fue uno de los protagonistas del sencillo acto que tuvo lugar en plena calle, mientras paseantes y ciclistas se detenían curiosos a ver qué contaban. O que leían. Una de las presentes declamó Dice el árbol, poema de Manuel Benítez Carrasco.

Joaquín Sánchez-Apellaniz, de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva, reivindicó que "en el PGOU esta avenida viene indicada como ciudad jardín". Él habló de "destrucción de una avenida que es entrada a la ciudad" y en las que se están convirtiendo "viviendas en residencias para que luego sean hoteles". Una idea compartida por muchos de los que acudieron a la llamada de la Plataforma Ciudadana de Parques y Jardines de Sevilla. La misma que ayudó a derribar la biblioteca del Prado de San Sebastián. Curiosamente, citaron aquella campaña contra el edificio de Zaha Hadid hace una década. Ahora se ponen como objetivo impedir la construcción de otra residencia para estudiantes, que se añadiría a las ya terminadas y la decena que están en proyecto.

Una de las razones de la movilización que ya han comenzado en las volumetría del próximo edificio, que sobrepasará las dos o tres plantas habituales en la Palmera para aprovechar al máximo el espacio. El solar tiene 90 metros de fachada y 60 de profundidad. Es decir, más de 5.000 metros cuadrados. Un proyecto que aseguran que "ya cuenta con licencia, que fue concedida poco antes de suspender la normativa que permite estas construcciones de muchas plantas". Algo que no entienden y que les hará poner en la Gerencia de Urbanismo su punto de mira. "Un vecino ya ha pedido la suspensión de la licencia", cuenta el ex concejal y arquitecto Javier Queralto, uno de los rostros conocidos que fueron a la concentración. Él cree que "esta operación es un descrédito para el equipo del Ayuntamiento". No obstante, se mostraron confiados en conseguir su paralización, pues "cosas más grandes se han tirado", comentaban. Un positivismo que contrastaba con los corrillos que se formaron tras la concentración, en los que se hablaba de las acacias perdidas junto a las aceras o de los "mamotretos" que han sustituido a las señoriales viviendas de la Avenida de la Palmera, a la que no dan "por perdida".

La modificación del PGOU y sus "efectos indeseados"

El pasado mes de junio el pleno del Ayuntamiento aprobaba el documento inicial de una modificación de un artículo del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006, al objeto de eliminar el incentivo a la edificabilidad estipulado en el texto para las empresas privadas que construyeran determinados equipamientos como residencias de estudiantes, centro de personas mayores o instalaciones sanitarias. Ello, según el concejal de Hábitat Urbano, el socialista Antonio Muñoz, al entender que el incentivo a la edificabilidad había cumplido ya el objetivo de incrementar el número de este tipo de instalaciones en la ciudad y que es necesario evitar "efectos indeseados como los producidos en algunas zonas de la ciudad" por la proliferación de instalaciones como las aludidas con la edificabilidad extraordinaria estipulada en el planeamiento urbano para tales equipamientos.

Según el edil, cuando allá por 2006 fue aprobado el vigente planeamiento urbano, Sevilla era deficitaria de equipamientos para la tercera edad, clínicos o para estudiantes, por lo que el PGOU incluía la citada edificabilidad extraordinaria para proyectos de tal naturaleza, al objeto de incentivar los mismos. A día de hoy, según el concejal, la ciudad ha incorporado ya "muchos" equipamientos como los mencionados, dando incluso lugar a "efectos indeseados en algunas zonas de la ciudad" como la avenida de La Palmera, la calle Manuel Siurot o la avenida de Reina Mercedes, donde "se han desarrollado edificios que distorsionaban la imagen del entorno arquitectónico".

La aprobación inicial de esta modificación puntual del PGOU incluyó la suspensión cautelar o moratoria durante un año del mencionado artículo, lo que no prohíbe la construcción de este tipo de equipamientos allí donde la calificación lo permita, sino que los proyectos que sean planteados no contarán con la mencionada edificabilidad extraordinaria. Antes de dicho acuerdo plenario, eso sí, la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo acordaba la aprobación de la licencia de obras de demolición y trabajos de nueva planta, del proyecto promovido para levantar una nueva residencia de estudiantes en el número 38 de la avenida de la Palmera, con una inversión calculada de aproximadamente 20 millones de euros.

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