Sevilla

"Es una canallada que tu madre te desahucie"

  • Un joven lleva diez años pleiteando con su madre y su hermana por el reparto "injusto" de una herencia.

Lo normal es que sea un banco el que ejecuta un desahucio, pero no una madre. La historia de Raúl Vargas es la de un vecino de Nervión al que su madre ya ha desahuciado del negocio familiar, una zapatería ubicada en la calle Urbión que cerró a mediados de abril, y que el próximo 5 de mayo podría verse igualmente fuera de la casa donde vive si se produce un nuevo lanzamiento. "Esto es una canallada, que mi madre me esté haciendo esto, dejándome en la calle y sin sustento. Es una pesadilla tremenda que no aparece ni en las películas", asegura Raúl, que lleva diez años pleiteando con su madre y una hermana a raíz del reparto de una herencia que considera "injusto".

Todo comenzó a la muerte de su padre, en el año 2005, cuando se procede al reparto de la herencia correspondiente a éste. Dice Raúl que antes de morir su padre había intentado arreglar el testamento para realizar un reparto "equitativo" de los bienes, que incluso había hecho un boceto que entregó al abogado de la gestoría que llevaba los negocios familiares, pero tras el fallecimiento no se había redactado ese testamento.

En esa situación se realizó un reparto de la herencia por el que se adjudicaron a su madre y a su hermana la mayoría de los bienes, en concreto, dos apartamentos en primera línea de playa, un garaje, la tienda donde estaba la zapatería y un almacén de 100 metros cuadrados, así como dos pisos. Por su parte, Raúl recibió únicamente una tienda en un centro comercial que está cedida por el Ayuntamiento por una serie de años y que fue cerrada en 2010 porque daba pérdidas.

Raúl recurrió a un procedimiento de juicio verbal, pero su abogado no presentó las pruebas con los cinco días de antelación que establece la ley, por lo que se aprobó ese reparto, y aunque recurrió hasta el Tribunal Supremo, no ha conseguido que la Justicia le dé la razón.

En 2011, la madre presentó una demanda de desahucio del local y de la vivienda donde vive. El primer lanzamiento se ejecutó el pasado 15 de abril, cuando tuvo que cerrar un negocio, Bolsos Rocío, que llevaba abierto desde 1977. Ahora vive con la intranquilidad y el desasosiego de que para el próximo 5 de mayo podría quedarse también sin casa.

Raúl recuerda cómo frecuentaba la zapatería familiar desde que tenía ocho o diez años y cómo tras haber estado trabajando en Barcelona, regresó en el año 2002 a trabajar en este negocio, donde también lo hacían su hermana y su cuñado hasta que se marcharon del mismo en el verano de 2004. Raúl cree que su caso es como el cuento de la "cenicienta" y así recuerda cómo sus familiares se iban de vacaciones mientras él se quedaba al frente de la tienda y le decían que "no se olvidara de pagar las hipotecas de los apartamentos de la playa", asegura.

Ahora ha emprendido un nuevo procedimiento judicial en el que ha solicitado la nulidad del cuadro particional de la herencia, ya que considera que el contador-partidor incumplió muchos artículos del Código Civil y de la ley de Enjuiciamiento Civil.

Raúl considera que está siendo víctima de una doble injusticia. La primera por parte de sus familiares, a los que se han atribuido seis bienes mientras él se ha quedado sólo con la mencionada tienda. La segunda injusticia, la que considera que se le está causando por parte de los tribunales, donde ha presentado dos escritos, uno de ellos invocando la prejudicialidad civil, con el que ha intentado parar los desahucios mientras se resuelve sobre la nulidad del reparto.

Pero mientras se sustancia este procedimiento, que está a la espera de sentencia, Raúl Vargas vive con la angustia de que tras haber perdido su trabajo ahora puede quedarse sin casa. No comprende que su madre y su hermana actúen de esta forma. "Hasta las personas mayores acogen a sus hijos que están siendo desahuciados por los bancos. Esto es una canallada cuando hay bienes de sobra para repartir", lamenta Raúl, que no olvida que lleva casi una década sin hablar con su madre por culpa de esta historia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios