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Sevilla

Un carril bus en ruinas

  • La mayoría de los separadores están destrozados tras los numerosos accidentes · El vial reservado sólo está en unos tramos de la ronda, San Francisco Javier y el Paseo de Colón

Junto a la muralla de la Macarena alguien ha apilado en la acera varios separadores del carril bus. La barrera ha ido desapareciendo con el tiempo a base de los golpes de los coches y apenas queda una decena de elementos en pie, todos ellos ya de color negro por los gases del tráfico y la mayoría rotos por algún impacto de los vehículos. Los que faltan están en la acera, donde alguien los ha dejado para evitar más accidentes.

En la ronda histórica apenas quedan vestigios de esta barrera que se instaló a finales del año 2005 para dar fluidez al transporte público en detrimento del tráfico privado. Los separadores blancos de hormigón cumplieron en un principio con esa función pero pronto se rebelaron poco útiles por la peligrosidad que entrañan. Son elementos muy duros contra los que un coche no puede rebotar. Con sólo tocarlos, el conductor pierde el control del coche. Si el vehículo es alto puede volcar tras la colisión y si es bajo se termina subiendo sobre el separador, que actúa de rampa, con los consiguientes daños en piezas fundamentales situadas en los bajos del coche como el cárter.

No hay cifras oficiales sobre accidentes en el carril bus, pero el año pasado el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) llegó a contar más de 50 casos que se saldaron con desperfectos graves. Los accidentes de menor importancia no suelen denunciarse a la Policía, sino a las compañías de seguro, por lo que en este medio centenar de casos los vehículos no pudieron seguir adelante.

En un principio el Ayuntamiento optó por reponer los separadores tras los accidentes, pero luego los fue retirando y ya ha anunciado que los sustituirá por un modelo más flexible. Comenzó quitándolos de dos puntos especialmente conflictivos: la entrada desde la Resolana a la ronda a la altura del Hotel Macarena y la desembocadura de Recadero en Menéndez y Pelayo junto a la Puerta de Carmona. En ambos lugares había un estrechamiento y se pasaba de dos viales a uno, por lo que el conductor que venía por la derecha tenía que desplazarse lateralmente para no utilizar el carril reservado. A veces esa maniobra acababa en choque frontal contra los separadores, sobre todo si había un tráfico denso.

En estos dos tramos ya no hay barreras, pero quedan en otros enclaves de la ronda: en María Auxiliadora desde la avenida de la Cruz Roja hasta la Carretera de Carmona y en Menéndez y Pelayo frente al antiguo Equipo Quirúrgico en los dos sentidos. En ambos tramos están mal alineados y muchos de ellos rotos. En algunos puntos se les ha colocado delante las antiguas barreras de plástico, que se ven mejor de noche porque son reflectantes, para tratar de evitar los choques frontales.

También hay separadores de este tipo en la avenida de Roma, donde delimitan el carril en sentido contrario para los taxis bordeando la Universidad, en San Francisco Javier y en el Paseo de Colón. En San Francisco Javier están colocados de manera que dificultan bastante el giro a la derecha para los conductores que pretendan acceder a a la zona de Viapol y la parte trasera del campus universitario. Quien gire a la derecha tienen que sortear primero el carril reservado para taxis y autobuses, luego una vía de servicio, después el carril bici y por último un paso de peatones.

En el Paseo de Colón los separadores se colocaron durante la primavera de 2006 coincidiendo con la peatonalización de la Avenida de la Constitución y atendiendo a una demanda de los taxistas y para facilitar el paso de la lanzadera desde Puerta de Jerez a la Magdalena. También están prácticamente destrozados en su mayoría y sólo son realmente útiles en la confluencia de esta avenida con Reyes Católicos para separar los coches que entran al centro de los que siguen hacia Torneo. En Reyes Católicos también delimitan los coches que entran a San Pablo de los que giran a la izquierda en Julio César y Marqués de Paradas.

Torneo, al disponer de una vía de servicio en casi toda su extensión, no suele tener los problemas de otras calles. Pese a ello había un tramo de separadores desde la gasolinera hasta la entrada de Baños que ya ha sido retirado tras varios accidentes. El Ayuntamiento aún no ha indicado dónde colocará las nuevas barreras.

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