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Una casa con puertas de papel y ventanas de sueños

  • Clásico. Mañana se cumplen veinte años de la apertura de la Casa del Libro en la calle Velázquez de Sevilla, un nuevo estilo de acercar al lector con las obras y con sus autores

Una casa con puertas de papel y ventanas de sueños

Una casa con puertas de papel y ventanas de sueños

Si las cajas hablasen, dirían que el libro más vendido en estos veinte años ha sido El Código da Vinci, de Dan Brown. Los veinte años que mañana cumple la Casa del Libro en la calle Velázquez, donde ya se apagaron los ecos de ese éxito al amparo de Leonardo. El 20 de junio de 2001 abrió sus puertas esta céntrica librería a la que estos tiempos de fugacidad, precariedad y oro líquido de liquidez y liquidación han convertido en un clásico.

En el centenario de Berlanga, apagamos las veinte velas de una librería que abrió el año que profetizó la película de Kubrick. En 2001 ganó el Nobel de Literatura V.S. Naipaul, escritor de Trinidad y Tobago, islas con capital en Puerto España a las que les siguen llamando Trinidad. El Planeta fue para Rosa Regás, la escritora que viajó a Estambul con Juan Benet en una aventura que convirtió en libro de viajes Eduardo Chamorro. En 2001 cayeron las Torres Gemelas de Nueva York, pero volvieron a emerger las Torres Gemelas de Sevilla. Betis y Sevilla, que junto al Atlético de Madrid padecieron el efecto 2000 y se fueron a Segunda, regresaron a Primera esa primavera que se despidió con la apertura de la Casa del Libro donde Tetuán pierde su hermoso nombre. El Valencia perdió su segunda Copa de Europa consecutiva a costa del Bayern Múnich.

Antonio Gala fue el padrino de la inauguración al final de la primavera de 2001

Se mantiene incólume el aroma al adobo de Blanco Cerrillo, vecino legendario de los libros. Un bar que respira poesía en calle José de Velilla, un poeta contemporáneo de Bécquer (1847-1904), hermano de otra autora con calle en la ciudad, Mercedes de Velilla, madrina del Colegio de Arquitectos.

La Casa del Libro nace en Madrid en 1923, el año que comienza la dictadura de Primo de Rivera. A dos años de ser centenaria, su réplica sevillana llega mañana a los veinte años. Rafael García Organvídez (Jerez, 1969), en la casa desde octubre de 2000, es su tercer director. Le precedieron Antonio Rivero Taravillo, premiado biógrafo de Cernuda, traductor y poeta, y Jorge Martínez Tost, director regional.

Hermosa redundancia la de Casa del Libro, porque uno vive, viaja, respira, ríe y padece en los libros que va leyendo. En su vigésimo aniversario, tres damas de las letras le dan la bienvenida al lector, al hipotético cliente: María Oruña, autora de Lo que la marea esconde; María Dueñas, que lleva seis ediciones con Sira, la secuela de El tiempo entre costuras que hace escala en la Sevilla de 1947, y Eva García Sáenz de Urturi, que ganó la última edición del Planeta con Aquitania.

Antonio Gala apadrinó la inauguración de la Casa del Libro por la que han pasado escritores con el Nobel como el chino Gao Xingjian o el peruano Mario Vargas Llosa, que lo logró el año que España ganó el Mundial de Sudáfrica y murió el Nobel José Saramago. La Casa del Libro se suma al centenario de Emilia Pardo Bazán, que escribió mucho más aparte de Los pazos de Ulloa. En la librería están El saludo de las Brujas o Los misterios de Selva, muy bien acompañadas por una edición especial de Jane Eyre de Charlotte Brontë con traducción de Carmen Martín Gaite, que murió un año antes de la apertura de la Casa del Libro. El boom trajo a Carlos Fuentes, Jorge Edwards o Jorge Volpi; también a las sesiones monográficas sobre Julio Cortázar (2014 fue su centenario) con Manuel Gregorio González de mantenedor; y a un curioso discípulo del realismo mágico, el sastre y diseñador orensano Adolfo Domínguez, que presentó en la calle Velázquez una reedición revisada y aumentada de su novela Juan Griego.

Hay que perderle el miedo a los libros. En el escaparate, como autor más recomendado del año, Rafael Santandreu y su último libro, Sin miedo. "Más de un millón de personas han superado sus miedos…" gracias a este gurú de la autoayuda. Las colas llegaron a Blanco Cerrillo o a la desaparecida joyería Félix Pozo para recoger firmas de Blue Jeans, Megan Maxwell o Juan Gómez-Jurado. Hoy juega España con Polonia y pasarán muchos polacos por esta calle. En el pontificado de Woyjtila ganaron el Nobel sus compatriotas Czeslaw Milosz y Wyslawa Szymborska. Y después, Olga Tokarczuk. Polonia es al Nobel como Irlanda a Eurovisión. Por la Casa del Libro pasaron Andrés Trapiello, García Montero, Almudena Grandes, Muñoz Rojas, Terenci Moix, Luis Eduardo Aute, Arturo Pérez-Reverte, Javier Sierra, Caballero Bonald, Amin Maalouf, Tariq Ali… De la ciudad de las Torres Gemelas vino John Julius Reel para presentar sus vivencias de un guiri en Sevilla. Y se homenajeó al rockero Silvio, que se murió el año que abrió la Casa del Libro. Venía buscando pelea.

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