Los chabolistas se dispersan para impedir que "se lleven" a sus hijos

Uno de los motivos que ha llevado a las 41 familias que vivían en el asentamiento del puente de hierro de San Juan a dispersarse por varios puntos de la ciudad y a realojarse en casas de familiares es el temor a que la Junta decidiera finalmente ingresar a sus hijos y a las madres que sean menores en un centro de protección para atender sus necesidades. De esta forma, la Administración quiere evitar que los niños siguan viviendo en el estado de nomadismo que padecen desde hace más de tres meses, cuando sus familias tuvieron que huir de los pisos del Polígono Sur tras las amenazas de un clan rival por la muerte de un joven de 17 años en un tiroteo.

Una de las madres de estos niños, cuyo nombre no quiso desvelar por miedo a represalias, declaró ayer a este periódico que "viviendo bajo un techo la Junta ya no tiene razón ninguna para llevarse a nuestros hijos, por eso nos hemos tenido que realojar en casas de familiares". Pero no todos han tenido la misma suerte. Hay otras familias que todavía deambulan de un punto a otro de la ciudad y que desde el viernes, cuando fueron desalojados de los terrenos que ocupaban en San Juan de Aznalfarache, pernoctan cada día en un lugar distinto. Incluso, ha habido quien ha intentado que las administraciones les cambie las escrituras de sus casas en las Tres Mil por otras para poderse ir a vivir a otro barrio.

Esta dispersión, agravada tras un tiroteo en la madrugada del sábado en el Polígono Sur que podría estar relacionado con la vuelta de varios chabolistas, dificulta la puesta en marcha del plan de ocio aprobado por la Junta de Gobierno municipal para que los menores pasen las horas de más calor en piscinas y en talleres que funcionan durante el verano en los colegios públicos.

El programa, en el que también colabora la Consejería de Bienestar Social, incluye aseo, desayuno, almuerzo, merienda y cena para los menores, que estarían en dichos centros desde las 10:00 a las 20:00, por lo que de noche regresarían con sus padres. Por lo demás, ni la Junta ni el Ayuntamiento han ofrecido aún una solución que acabe con la situación de estas familias.