Sevilla

La comisaría de la Policía Nacional en el distrito Sur estará lista este año

  • El Gobierno confirma que el edificio próximo al apeadero entrará en funcionamiento en el segundo semestre de 2021 

  • Interior renuncia al módulo para presos en el Hospital Macarena

Las obras de la comisaría avanzan a buen ritmo.

Las obras de la comisaría avanzan a buen ritmo. / Juan Carlos Muñoz

La nueva comisaría de la Policía Nacional en el distrito Sur estará lista antes de que termine el año. Así lo asegura el Gobierno central en una respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado del Grupo Mixto en el Congreso Pablo Cambronero, policía de profesión, que ha trasladado al Ejecutivo varias cuestiones relacionadas con las infraestructuras policiales.

El Gobierno no se explaya demasiado en sus respuestas, aunque sí confirma que la comisaría “está prevista para el segundo semestre del presente ejercicio”. Las obras dependen de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (Giese) y avanzan a buen ritmo en la calle Doctor Rafael Martínez Domínguez, muy cerca del apeadero del Virgen del Rocío. A pesar de ello, ya sufren un pequeño retraso sobre la primera fecha que barajaba el Estado, que apuntaba a la primavera de 2021 como primer plazo para poner en marcha la comisaría.

El edificio, cuya construcción se adjudicó por dos millones y medio, sustituirá a la actual sede policial ubicada en el barrio de Bami, que tiene el problema de encontrarse en un local situado en los bajos de un bloque de viviendas. Una vez inaugurada esta nueva comisaría, los agentes destinados en el distrito Sur contarán con unas mejores instalaciones, y sobre todo más operativas que las actuales. El inmueble está ubicado en una zona bien comunicada con el resto del distrito y con los barrios a los que esta comisaría da cobertura.

El diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero. El diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero.

El diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero. / EFE

La Policía Nacional mantiene la vieja división territorial de la ciudad en seis distritos, y el de Sur abarca un territorio muy amplio que va desde el Parque de María Luisa hasta Bellavista. Forman parte de esta demarcación tanto el barrio más deprimido de la ciudad, el Polígono Sur, como algunas de las zonas con mayor renta per cápita, como el Porvenir o Heliópolis.

De cumplirse los plazos, la comisaría estaría terminada cinco años después de que el Gobierno, entonces en manos del PP, apostara por construirla fuera del Polígono Sur. Esta decisión generó un profundo malestar entre los vecinos de este barrio, con los que distintas administraciones a lo largo de los años se habían comprometido a que tendrían una comisaría de policía en el barrio. Era, de hecho, un anhelo vecinal que databa de los años ochenta. Hubo varios proyectos y ubicaciones pero todos terminaron fracasando. Finalmente el Gobierno de Mariano Rajoy decidió retomar el plan diseñado doce años atrás y sacar la comisaría fuera del Polígono Sur, aunque a escasos doscientos metros del límite del barrio.

Se aseguró entonces que habían pesado criterios técnicos y no políticos, y de hecho los policías siempre se han opuesto a ubicar comisarías dentro de barrios conflictivos o deprimidos. Primero por operatividad para el servicio, y después para comodidad del resto de ciudadanos de otros barrios, que tienen que acudir a hacer trámites como renovar la documentación o presentar denuncias. El PSOE, que en principio convocó protestas en la zona e hizo de la comisaría uno de sus principales frentes de batalla contra el Gobierno central, decidió no frenar el proyecto cuando llegó al poder tras la moción de censura, y la comisaría se siguió construyendo.

Nervión

El edificio que se levanta ya en el distrito Sur lo hace 16 años después de que el Ayuntamiento pagara 9,9 millones de euros al Estado a cambio de la vieja comisaría de la Gavidia, con el compromiso de que el Gobierno invirtiera este dinero en la construcción de cinco comisarías en los distritos, donde la mayoría de las instalaciones policiales estaban en edificios con muchas carencias, cuando no en inmuebles ruinosos. Se hicieron únicamente dos sedes, la de Sevilla Este y la de Macarena.

La tercera será la del distrito Sur, después de que la de Triana se instalara en el centro comercial Torre Sevilla. La siguiente debe ser la de Nervión, que presenta un gran inconveniente para el trabajo policial, como es el que esté dividida en dos edificios, uno frente a otro, en la avenida de la Cruz del Campo. El diputado Pablo Cambronero también se interesó por el estado de la futura comisaría de Nervión.

El Gobierno respondió que la construcción de una nueva sede está prevista en el Plan de Infraestructuras para la Seguridad del Estado, que empezó en 2019 y terminará en 2025, que ya se ha formalizado la cesión de suelo y actualmente está en ejecución el estudio topográfico. La futura sede está en los antiguos terrenos de la fábrica de cervezas Cruzcampo.

El módulo

El 18 de enero de 2019, el Ministerio del Interior anunciaba una batería de obras para mejorar las infraestructuras de la Policía Nacional y la Guardia Civil en toda España. Se trataba de un ambicioso plan de inversiones a siete años que contaba con 850 millones de presupuesto. Parte de ese dinero se invertiría en la construcción de un módulo hospitalario para presos en Sevilla. El anuncio de Interior supuso una gran noticia para los policías nacionales de la capital andaluza, acostumbrados a tener que destinar hasta seis funcionarios por día y recluso (dos por turno) cada vez que éstos tenían que salir de prisión e ingresar en algún hospital.

Un patrullero de la Policía Nacional, aparcado el jueves en la puerta de Urgencias del Macarena. Un patrullero de la Policía Nacional, aparcado el jueves en la puerta de Urgencias del Macarena.

Un patrullero de la Policía Nacional, aparcado el jueves en la puerta de Urgencias del Macarena. / Juan Carlos Muñoz

Esta situación llegaba a mermar enormemente la dotación de agentes disponibles para el servicio operativo en la calle. La solución pasaba por crear un módulo especial para presos en los hospitales, de forma que con dos o cuatro policías puedan controlarse a todos los internos que ese día están hospitalizados. En el Virgen del Rocío existía ya un pequeño módulo, y también había otro en San Lázaro. No había ninguno en el Macarena, donde es habitual ver aparcados en Urgencias un buen número de patrulleros, lo que indica que son varias las dotaciones de la Policía que están haciendo custodias de presos en este complejo sanitario.

El diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero trasladó este asunto al Gobierno. En una pregunta parlamentaria, cuestionó al Ejecutivo si había realizado estudios sobre la cantidad de servicios de custodia policial que se desarrollan en el Macarena, “sabiendo a ciencia cierta que en ocasiones hay más indicativos en el interior de dicho centro que en las calles de la ciudad”. Además, le planteaba al Ministerio del Interior si tenía la intención de “emprender la obra necesaria para la instalación del módulo de custodia policial” en dicho hospital.

La respuesta del Gobierno es muy breve e inconcreta, sin arrojar una sola cifra. “Se informa que las custodias hospitalarias en la provincia de Sevilla corresponden a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, utilizando para ello los efectivos necesarios en función del número de afectados y su peligrosidad”. En el caso del módulo, el Gobierno tampoco precisa gran cosa. “Se han acometido obras de ampliación en el módulo de custodia del complejo hospitalario Virgen del Rocío y no en el Hospital Virgen Macarena. No obstante, esta actuación no es competencia de la Secretaría de Estado de Seguridad, sino del Servicio Andaluz de Salud”. De las instalaciones prometidas hace dos años no hay ninguna novedad.

Déficit de agentes

En sus preguntas al Gobierno, el diputado Pablo Cambronero explica que Sevilla “mantiene un déficit en la plantilla de la Policía Nacional que se arrastra desde hace no menos de diez años” y que “las últimas convocatorias no han paliado la situación, que empeora la capacidad de respuesta policial en una ciudad cuyos índices de criminalidad aumentan”.

El parlamentario, que es policía de profesión, detalla que los agentes se ven obligados a dejar de lado las labores de prevención de la delincuencia, “pues resulta imposible realizarlas cuando todos los indicativos se encuentran ocupados en servicios de requerimiento, auxilio a la ciudadanía o custodia hospitalaria de detenidos y reclusos”. Una solución a este problema es la construcción del módulo hospitalario en el Macarena, que “liberaría a decenas de agentes de estos servicios”.

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