Cuando constancia es sinónimo de éxito

Ángela Garrido Jiménez, alumna del Colegio Buen Pastor, ha logrado la máxima puntuación en los Premios de Bachillerato. Se matriculará en Medicina y quiere trabajar de pediatra.

Ángela Garrido Jiménez en el cuarto de estudio de su casa.
Diego J. Geniz

11 de julio 2013 - 05:03

Esfuerzo y organización. Éstas son las claves que han llevado a Ángela Garrido Jiménez a alzarse con la máxima puntuación en los Premios de Bachillerato que otorga la Junta en la provincia de Sevilla y que han conseguido una docena de jóvenes con los mejores expedientes académicos tras concluir las enseñanzas preuniversitarias. El próximo curso comenzará sus estudios en Medicina y sueña en un futuro con dedicarse a la Pediatría.

Esta sevillana de 18 años ha terminado sus estudios en el Colegio Buen Pastor. La nota de su expediente ha sido una de las más altas de toda Sevilla: un 9,84, con lo que tenía suficiente puntuación para optar a los citados premios, ya que se requiere un 8,75. La modalidad cursada en el Bachillerato ha sido la de Ciencias de la Salud. Desde hace tiempo tenía clara su predilección por la Medicina y la Biología, aunque no ha sido hasta hace poco cuando se decidió por la primera opción, puesto que durante mucho tiempo sopesó la posibilidad de estudiar también Farmacia y Óptica.

Pero detrás de los números existe una constancia y una dedicación plena por lograr la excelencia. No en vano, cuando todos los días llegaba a casa estudiaba desde las cinco de la tarde hasta bien entrada la noche. Un hábito que le ha servido para conseguir buenas notas y obtener la máxima puntuación en los Premios de Bachillerato. Sus padres, Jesús Garrido y Ángela Jiménez, han sido también responsables de este éxito: "Mi padre fue el primero de su promoción en Ingenieros. Él me ha inculcado el valor del esfuerzo y la constancia desde pequeña. Mi madre es profesora de la Hispalense, y de ella aprendí la importancia de la organización en los estudios", señala esta adolescente.

Pese a que con este horario pueda parecer que Ángela Garrido no ha tenido tiempo para disfrutar con sus amigas, la joven asegura que durante el último curso han sido muchos los momentos de ocio vividos con sus compañeros. "Además de las actividades culturales que nos brinda el Buen Pastor, los fines de semana salía con mis amigos, con los que también quedaba para estudiar. Con una buena organización hay tiempo para todo".

Por cierto, entre sus amigos nunca ha sido considerada la "empollona". "Todo lo contrario. Para ellos soy un modelo a seguir", explica esta joven que consiguió un 9,52 en la fase general de la Selectividad, nota que sumada a la de la fase específica alcanzó el 12,389 de media.

Ángela Garrido discrepa sobre el uso del adjetivo de nini (ni estudian ni trabajan) con el que muchos sociólogos han calificado a la generación a la que pertenece. "Es cierto que hay jóvenes que no se esfuerzan, pero también es verdad que hay muchísimas personas que con mi edad, no sólo estudian, sino que se ven obligados a trabajar para ayudar económicamente en casa. Cualquier generalización es perjudicial y en mi generación hay gente muy válida".

6 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último