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Entre los muchos indicadores que sirven para retratar la realidad económica y social de un territorio y cómo evoluciona está el consumo de energía eléctrica. Y los datos de la provincia de Sevilla reflejan que entre el año 2008 y 2014, la demanda de este suministro básico se ha reducido en un 12,5%. Ello se debe a la caída de la actividad empresarial por la crisis, pero también a la contención que se ha producido en los hogares, porque las familias se han visto abocadas a ello -en este periodo se ha producido un incremento de las tarifas- o porque se han concienciado más de la necesidad de ahorrar. También son determinantes las medidas de eficiencia energética, que se están generalizado, con dispositivos de iluminación y electrodomésticos que funcionan con un menor consumo a largo plazo. Algunos viejos dispositivos se han dejado de vender incluso.
Por sectores, sólo la agricultura sevillana ha aumentando su demanda de energía eléctrica desde el año 2008, el que se tiene de referencia normalmente para comparar la incidencia de la crisis. En concreto, la facturación ha aumentado en casi un 23%, según los últimos datos disponibles y recogidos en el Anuario Estadístico de la Provincia 2016, que edita la Diputación, pero que se extraen de las facturaciones realizadas por la compañía Sevillana-Endesa a sus abonados. Sólo quedan fuera de las cifras varios pequeños municipios (Algámitas, Las Navas de la Concepción, Pruna y El Real de Jara) en los que la facturación se hace a través de empresas intermediarias.
Todos los sectores restantes fueron a la baja, aunque la mayor caída se produjo en el que es el principal soporte de la economía de la provincia, el sector servicios, en el que entre 2008 y 2014 el consumo se contrajo en más de un 27%. Así, si en 2008 acaparaba el 26% de toda la demanda, ahora no llega al 22%, casi equiparado con la industria a la que antes le sacaba más diferencia. En el caso de ésta, consumió en 2014 un 15,3% menos que en el año 2008.
El sector de la administración y lo servicios públicos es el que menos variaciones ha sufrido. La reducción no llega al 0,5%, si bien es a partir de 2014 cuando muchos ayuntamientos, por ejemplo, han puesto en marcha planes para ir sustituyendo todo el alumbrado público por sistemas más eficientes, que pueden suponer un ahorro en la facturación de hasta el 25% y que, probablemente, se irán reflejando en los datos de los próximos años. Muchos programas de ayudas de la propia UE están incentivando los planes en ese sentido para reducir las emisiones de CO2.
En Sevilla (incluyendo la capital y el resto de municipios) la principal demanda de este suministro básico sigue proviniendo de las viviendas. Más del 41,4% de los 7,1 millones de megavatios/hora se consumieron en 2014 se hizo en los hogares, seguido de lo que se gastó en comercio y servicios, que acapara el 21,73% del consumo total; y de la industria, con el 21,36%. En cuarto lugar en consumo, se situó la administración y los servicios públicos, con el 10,84%.
En consumo de luz venía aumentando en la provincia de forma constante hasta el año 2008, cuando se produjo ya una pequeña contracción, según los mismos datos de la Anuario Estadístico de la Provincia, a partir de ahí ha ido cayendo, con un pequeño repunte en el año 2012 de poco más del 1% que no se ha asentado en los años posteriores. Las últimas cifras disponibles de consumo eléctrico en la provincia, de 7,2 millones de Mw/h aproximadamente, son equiparables a las que se producían hace una década, en 2004.
Alcalá de Guadaíra tiene el mayor consumo industrial
El nivel de consumo de energía por sectores no es uniforme en una provincia muy diversa, Así, por ejemplo, es Alcalá de Guadaíra el municipio que, porcentualmente y en número absolutos, más energía eléctrica consumo en industria, casi tres veces más que la capital, que ocupa el segundo puesto en ese sentido, y multiplica por siete la cifra de Dos Hermanas. Alcalá es el único núcleo sevillano en el que el consumo de la industria está a la cabeza de todos los sectores, con mucha diferencia con el siguiente, el residencial. En el caso de la ciudad de Sevilla, el consumo residencial es el más importante (más de un millón de Mw/h en el año 2014), seguido de la que es su principal fuente de ingresos y de empleo, el comercio y los servicios, que precisaron casi 747.800 Mw/h. A notable distancia quedó el consumo de su industria (como puede apreciarse en la tabla adjunta) y que se situó por detrás del consumo que se produjo en administraciones y servicios públicos. La agricultura fue el sector que más energía consumió en Aznalcázar y La Puebla del Río.
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