El coordinador de Urgencias asegura que se dispensó una atención "exquisita" al polaco que falleció en el albergue

Una adjunta imputada alega que no intervino en el diagnóstico ni en el tratamiento dispensado al paciente.

El coordinador de Urgencias asegura que se dispensó una atención "exquisita" al polaco que falleció en el albergue
Jorge Muñoz, Sevilla

19 de noviembre 2014 - 16:25

El coordinador de Urgencias del hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha asegurado este miércoles a la juez que investiga una presunta negligencia en la asistencia sanitaria prestada al joven polaco Piotr Wiktor Piscozub, que falleció el 2 de octubre de 2013 en un sillón del albergue municipal cuando esperaba la cola para comer, que la atención que se le dispensó a este paciente fue “exquisita” por parte de todos los profesionales.

En su declaración como testigo en el juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, el coordinador de Urgencias ha puesto de manifiesto que en la atención a este enfermo –que pesaba sólo 45 kilos, medía 1,85 metros y tenía 62 centímetros de perímetro abdominal- se siguieron los protocolos sanitarios y se hizo todo lo que tenía que hacerse e incluso ha afirmado que tiene conocimiento de las pruebas que se le realizaron porque se lo comentó el propio Médico Interno Residente (MIR) que asistió a Piscozub, según han confirmado fuentes del caso.

Ante la juez también ha prestado hoy declaración el primero de los médicos imputados, una adjunta al servicio, que ha asegurado que no participó ni en el diagnóstico ni en el tratamiento a esta paciente y ha dicho que el joven polaco dijo que se quería ir del hospital. Esta facultativa ha dicho que sólo apoyó al MIR en la atención y ha relatado que este médico le pregunto cómo se derivaba un paciente a los servicios sociales.

La juez tomará mañana declaración a otro médico que está imputado en esta causa y el 9 de diciembre lo hará un tercer facultativo, también en calidad de imputado.

La abogada María Isabel Mora, que ejerce la acusación popular en representación de la asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, y el letrado Luis de los Santos, que representa a la madre y un hermano del joven fallecido, han solicitado a la juez que llame a declarar a varios testigos, entre ellos los policías locales que intervinieron en el caso, a los trabajadores de la ambulancia que lo trasladaron al hospital y a los trabajadores sociales del albergue municipal que recogieron a Piscozub en el centro sanitario. La letrada de Pro Derechos Humanos aseguró ayer que los protocolos de atención a personas sin hogar no son válidos para atender a un paciente en urgencias, y de hecho el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ya ha cambiado el protocolo sanitario por el que fue atendido el paciente.

La imputación de los tres profesionales sanitarios se produce después de que el informe forense encargado por la magistrada atribuyera la muerte de Piotr Piscozub a una posible negligencia, por cuanto dada la "delgadez extrema" y la desnutrición severa que presentaba el joven era "preceptiva" su hospitalización y la realización de pruebas complementarias, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El informe forense recordaba que el joven pesaba sólo 45 kilos, medía 1,85 metros y tenía 62 centímetros de perímetro abdominal, por lo que presentaba un índice de masa corporal de 12,6 kilos/m2, lo cual es "indicativo de delgadez extrema según la OMS y sugestivo de desnutrición severa".

El paciente ingresó en el hospital sobre las 00:29 del 2 de octubre de 2013, y lo único que pidió es "comer y dormir bajo techo", y tras ser explorado recibió el alta médica a las 02:06, después de que los médicos descartaran la necesidad de hacer pruebas complementarias y siendo derivado a los servicios sociales municipales.

El estudio forense ponía de manifiesto que "a pesar de que la exploración realizada resultase inespecífica, destacándose la ausencia de signos de proceso infeccioso y sintomatología respiratoria, el paciente presentaba un estado de desnutrición, el cual ya fue detectado durante la primera asistencia y recogido en la historia clínica".

La hospitalización, según el informe remitido a la instructora, era preceptiva por dos aspectos, para tratar de manera específica la malnutrición -corregir las carencias, suprimir las anomalías metabólicas e iniciar la alimentación- y para "realizar las pruebas complementarias pertinentes para diagnosticar las posibles situaciones que puedan originar una malnutrición secundaria". Entre esas pruebas debía habérsele realizado una analítica de sangre -que incluya hemograma y bioquímica- y una radiografía de tórax.

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