El coste del 'sí, quiero' ante Dios

Las críticas del Papa al cobro de los sacramentos parecen dirigidas a una ciudad donde hay templos que exigen 300 euros por casarse

Foto: Juan Carlos Vázquez
Foto: Juan Carlos Vázquez
Diego J. Geniz

14 de diciembre 2014 - 05:03

De la "voluntad" de los contrayentes al cobro de una tasa. Casarse ante Dios no es gratuito. Casi nunca. Las recientes críticas del papa Francisco por el cobro de los sacramentos parecen dirigidas a una ciudad como Sevilla, en la que hay templos donde llega a exigirse 300 euros por dar el "sí, quiero". Muchos de ellos se acogen a la tarifa establecida por el Arzobispado para dichos enlaces: 175 euros. En otros -principalmente los que son propiedad de hermandades- esta cantidad suele incrementarse, especialmente para quienes no son miembros de la corporación. Una tasa que justifican por los gastos en limpieza y luz que genera una ceremonia de estas características.

"¡Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la lista de los precios para el bautismo, la bendición, las intenciones para la misa. Y el pueblo se escandaliza!". Las palabras del Sumo Pontífice contra la "especulación" de la Iglesia a la hora de celebrar un sacramento empiezan a calar en algunos responsables de los templos sevillanos. Hay quienes prefieren dar una cifra orientativa sobre la tasa que se cobra por las bodas. Saben que el Papa ya ha manifestado su oposición a poner precio a estos enlaces. Otros no se andan con rodeos y adelantan con toda claridad lo que después se encontrarán los contrayentes cuando soliciten información para celebrar su matrimonio.

Lo cierto es que las bodas en las mayorías de las iglesias sevillanas -como en otras diócesis- en pocas ocasiones sale gratis. Y ello sin contar el desembolso por los trámites previos (la apertura del expediente cuesta 24 euros). El propio Arzobispado establece unas tarifas para los sacramentos, un listado que lleva sin actualizarse desde 2011. En ellas se incluye el dinero que ha de recibir el sacerdote por oficiar un enlace: 175 euros. Cifra "orientadora" que pone precio a la "voluntad" de los novios.

Esta cantidad se pide en muchos templos, como la iglesia del Salvador, que ha acogido 63 enlaces matrimoniales en 2014. Tras su restauración sólo se celebran la tarde de los viernes y los sábados. Como novedad para el próximo año, dicho sacramento también se oficiará los domingos a las once de la mañana. Estas limitaciones horarias -para hacer compatible el uso religioso con el cultural- han reducido bastante el número de bodas respecto a las que acogía cuando era parroquia. Para escoger fecha de celebración, el libro de inscripción se abre dos veces al año. En concreto, al inicio de cada semestre. Así, quienes quieran casarse durante los primeros seis meses de 2016 podrán apuntarse entre enero y junio de 2015. Los que deseen hacerlo en el otoño de 2016, reservarán en la segunda mitad del próximo año. En cuanto al acompañamiento musical, sólo está permitida la participación de grupos rocieros para los hermanos de la Hermandad del Rocío de Sevilla, que tiene su sede canónica aquí.

También 175 euros cobra la parroquia del Sagrario por una boda en la Capilla Real de la Catedral. Este precio incluye las flores que adornan este recinto renacentista donde se venera a la Virgen de los Reyes y San Fernando. La actuación del organista eleva el precio 100 euros más. Cada fin de semana se pueden celebrar un máximo de cuatro bodas. Dos el viernes por la tarde, una la mañana del sábado y otra la tarde de esta jornada. Para elegir fecha se hace con un año de antelación. Para ello se abre el libro de inscripciones el primer día hábil de cada mes. Está prohibida la música "folclórica".

La parroquia de Santa María Magdalena es otro de los templos sevillanos convertido en uno de los escenarios más demandados para dar el "sí, quiero". En un año se celebran entre 70 y 90 bodas, cifra, no obstante, que ha mermado los últimos ejercicios como consecuencia de la crisis. A ello se unió la restauración del retablo del altar mayor, que estuvo cubierto bastante tiempo, lo que hizo desistir a los novios de contraer matrimonio en uno de los principales referentes del barroco sevillano. El libro para que se inscriban los feligreses se abre en agosto. Para el resto, en septiembre. La parroquia no exige un fotógrafo determinado ni una floristería concreta para adornar el altar. Lo que sí delimita es el tipo de música para el enlace: ha de ser de estilo clásico y de temática religiosa. En cuanto a la tasa establecida para este sacramento, fuentes de la parroquia no concretan una cifra, aunque admiten que es superior a los 175 euros fijados por el Arzobispado. La razón para dicho aumento son los gastos en luz y limpieza que requieren estas ceremonias.

Los templos de las hermandades más populares ocupan un lugar preferente a la hora de celebrar una boda en Sevilla. Así ocurre en la Basílica de la Macarena, donde raro es el fin de semana que no se contempla la ya clásica colección de tocados y complementos varios de las invitadas a un enlace. El libro para solicitarlo se abre el 2 de enero de cada año. La única restricción son los días en los que hay cultos como besamanos, funciones de la hermandad o Semana Santa. No hay prioridad en las fechas para los hermanos, quienes sí se benefician de una reducción en las tasas. En estos precios la corporación de la Madrugada mantiene una política de total transparencia, pues están publicados en su portal de internet, donde hay disponible un calendario con los días libres y se facilita el pago de las tarifas con tarjeta de crédito. El coste varía según las horas. Las bodas más caras son las que se celebran a las 13:00 y a las 21:00, con un precio de 340 euros que se reduce a 270 si uno de los contrayentes es hermano. En el resto de horas (10:00, 11:00, 12:00, 17:00, 18:00 y 19:00) cuesta 260 euros, desembolso que se rebaja a 180 euros para los miembros de la corporación.

La Basílica del Gran Poder acoge unas 60 bodas al año, concentradas principalmente entre mayo y octubre. En enero se abre el libro para inscribirse. Los hermanos tienen prioridad a la hora de apuntarse, con una semana de ventaja para hacerlo. Por tanto, los que quieran casarse en 2016 ante el portentoso Nazareno de Juan de Mesa podrán escoger fecha en pocas semanas. Los que decidan comprometerse con menos antelación siempre pueden probar suerte con las fechas que queden libres en el año en curso, pues el libro permanece abierto hasta que acabe el ejercicio. En este templo no se celebran bodas los viernes -por ser el día del Señor- y durante los cultos de la hermandad. El coste por contraer matrimonio aquí es de 60 euros para quienes sean hermanos y de 180 para los que no pertenezcan a la corporación.

Los hermanos del Cachorro también disfrutan de ciertas ventajas a la hora de casarse en la basílica trianera -tanto en las fechas como en las tasas- respecto a los que no lo son. Aunque fuentes de la corporación no han precisado el precio exacto por este sacramento, sí han confirmado que oscila entre los 200 y 300 euros, coste que se reduce casi en un 30% para los hermanos. La fecha para las bodas no se puede escoger con más de dos años de antelación y del acompañamiento musical se excluye la guitarra.

Frente a los templos del centro y de los barrios tradicionales se encuentran otros de zonas más alejadas donde casarse resulta mucho más económico. La parroquia de Pío X, en Las Letanías, constituye un buen ejemplo. Contraer matrimonio aquí no cuesta nada. Su párroco, Emilio Calderón, explica que preparan unas ceremonias "muy dignas, limpias y sobrias". Pero ni el coste cero ni el esmero a la hora de celebrar este sacramento logran aumentar la estadística. En 2014 no ha acogido ninguna boda, mientras que en 2013 la cifra no pasó de las cinco. Al hecho de que la crisis castiga especialmente a esta barriada del Polígono Sur, se suma -como señala el párroco- que los propios feligreses se decantan por templos "más barrocos y si albergan una cofradía, mejor". En cuanto a su negativa a cobrar la tasa que establece la propia archidiócesis, Calderón, que lleva más de 43 años de sacerdocio, es tajante: "Prefiero que la gente no me pague a que, como bien dice el papa Francisco, me tengan por un cura trincón".

Las bodas civiles suponen, en este sentido, un ahorro significativo para los contrayentes, al menos, las que se celebran en los juzgados y en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, la estancia consistorial más importante. No se cobra ningún euro por este acto. Algo muy distinto de lo que ocurre en otras ciudades que con la crisis le han puesto precio al uso de las instalaciones municipales para las bodas. En Granada, por ejemplo, hay que pagar 400 euros.

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