Coronavirus Sevilla

El Covid no se va de vacaciones

Una pareja de ancianos con mascarilla, en el centro de la imagen, entre numerosas personas sin ella por la calle.

Una pareja de ancianos con mascarilla, en el centro de la imagen, entre numerosas personas sin ella por la calle. / juan carlos muñoz

El tercer verano de la pandemia sigue su curso con todos los indicadores en continuas subidas y bajadas.  Más de dos años después de que el Covid-19 desatara una crisis sanitaria mundial sin precedentes y tras sucesivas olas que han llevado al límite al sistema de salud, la pandemia sigue estando presente, aunque se desconoce con qué intensidad, ya que se contabilizan sólo los contagios en los mayores de 60 años, casos graves y ámbitos vulnerables.

En las últimas semanas, sin embargo, se ha observado un aumento de positivos entre los confirmados por la Consejería de Salud y Familias y aquellos que no se notifican ni deben guardar aislamiento, más allá de extremar las medidas de precaución individuales para minimizar el riesgo de transmisión. Una situación que, aunque de momento mantiene a Sevilla en mejor posición que otras zonas del país, e, incluso, de la comunidad, sí ha tenido su reflejo en un incremento de atenciones en los centros de salud y en Urgencias, que derivan en más ingresos hospitalarios. En este escenario, los sevillanos afrontan sus vacaciones en el primer verano de la recuperada normalidad, sin restricciones y con la sensación generalizada de que la pandemia quedó atrás.

"Es una sensación errónea. El Covid ha venido para quedarse y lo vamos a seguir viendo. Es una infección que está instalada y se trata de un virus que va a seguir circulando y evolucionando en nuevas variantes. Lo ideal es pensar que tenemos que adaptamos a esa circunstancia y tenemos claramente que aprender a vivir con él", recuerda el epidemiólogo del SAS en el Distrito Sanitario Sevilla y miembro de la Sociedad Andaluza de Epidemiología, Eduardo Briones.

Para el experto, "hay que seguir recomendando precaución y llevar mascarilla en interiores, en especial si hay aglomeración o poca ventilación", sobre todo en el caso de personas vulnerables. La pandemia, recuerda, "todavía no ha terminado" y es importante no bajar la guardia y respetar las medidas de prevención no farmacológicas. "Hay que incorporar a la vida cotidiana las medidas de prevención del Covid como tenemos incorporadas medidas de prevención de otras infecciones. Por ejemplo, para evitar infecciones alimentarias en verano siempre metemos las comidas en la nevera o nos lavamos muy bien las manos antes de manipularlas, para evitar que los alimentos se contaminen, pues igual, para evitar que nos contagiemos de Covid tenemos que seguir evitando los interiores muy concurridos y que estén cerrados y usar mascarilla en los mismos", apostilla.

Briones insiste, además, en recordar que las personas positivas al SARS-CoV-2 con cuadros leves o asintomáticos deben guardar aislamiento. "Es clave procurar que las personas positivas, con síntomas o sin ellos, lleven mascarillas al menos siete días y no estén en contacto estrecho con otras  personas y, sobre todo, vulnerables", defiende.

En esta línea, Briones está convencido de que el Covid acabará siendo un virus "como la gripe", pero recuerda que "la gripe mata todos los años". La diferencia entre esas dos enfermedades, apunta, es que la gripe se concentra en una época del año y el coronavirus "está siendo atemporal". "El Covid todavía no ha llegado a estabilizarse en cuanto a estaciones del año porque todavía está en una situación de evolución genética en la que hay nuevas variantes y esas variantes cada vez se hacen más transmisibles y eso hace que en cualquier momento se abra paso por su capacidad tan grande de transmisión, incluso más alta que otros virus. Ómicron está dominando precisamente por eso, porque es muy contagiosa, eso hace muy difícil cortar la transmisión", argumenta.

El epidemiólogo del SAS asegura que el actual Covid, "no es una enfermedad más grave". "Hubo una pequeña onda de aumento de hospitalización pero muy leve y ya parece que ha vuelto a estabilizarse. Eso confirma las características de las variantes que están circulando -ómicron BA.4 y BA.5- que parece que han superado la inmunidad de muchas personas susceptibles, pero con menos gravedad. Es decir, han tenido un periodo de circulación, han infectado a muchas personas que eran susceptibles y parece que ya ha llegado a un tope de infección. Y eso ha tenido muy poco impacto en gravedad y hospitaización", explica.

Y, todo ello, como consecuencia "del elevado grado de inmunidad", considera el epidemiólogo. "Gracias a las vacunas, estamos haciendo vida", ensalza. Una inmunización que confía se potencie en un periodo aún indeterminado de tiempo cuando lleguen al mercado las vacunas adaptadas a las variantes porque protegerán "algo más" que las originales, aunque reconoce la dificultad de que la investigación avance al ritmo al que evoluciona la pandemia.

Mientras tanto, otras buenas herramientas para Briones pasan por el incrementar de la toma de muestras y  secuenciación para "estar preparados" de cara al otoño-invierno cuando el experto augura que, la circulación de otras infecciones respiratorias, puedan dar lugar a "confusión" y requieren de "una vigilancia muy estrecha".

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