Cuatro detenidos por robar más de 100.000 euros a un empresario chino

La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas por el robo a un empresario chino ocurrido en el polígono industrial Carretera Amarilla. Los delincuentes provocaron un accidente de tráfico con la víctima, para aprovechar y robarle el dinero mientras realizaban el parte amistoso del siniestro. El robo se produjo a mediados de noviembre y la investigación del Grupo de Policía Judicial de la comisaría del distrito Nervión ha dado sus frutos ahora con la detención de los cuatro implicados.

Según informó ayer la Jefatura Superior en un comunicado, los detenidos, todos ellos de nacionalidad española, formaron un grupo criminal para llevar a cabo el robo. Entre los implicados hay un empleado de la víctima, que sabía que ese día su jefe iba a manejar una cantidad importante de dinero. El empresario tiene varios negocios de alimentación y, aquella jornada, había ido recaudando dinero de cada una de las tiendas.

La investigación surgió a raíz de la denuncia presentada por el ciudadano chino, que aseguraba que le habían robado 103.500 euros que llevaba en su vehículo después de sufrir un accidente de tráfico en la avenida de la Prensa. Al revelar que ese día venía de recaudar dinero de sus negocios, los agentes sospecharon que el accidente podía ser una estratagema de los delincuentes para cometer el robo. Por ello, los investigadores se centraron en identificar y localizar al ocupante del vehículo que ocasionó el accidente. Una vez interrogado este hombre, y ante las sospechas de su implicación en el robo, la Policía solicitó una orden de registro de su vivienda y encontró en ella 19.000 euros en efectivo. Los agentes detuvieron a este hombre y comenzaron a buscar a sus cómplices.

Los policías ya sospechaban de que los ladrones habían tenido información privilegiada y estrecharon el cerco sobre el entorno del empresario y, en especial, entre sus empleados. Interrogaron a varios de ellos y uno de los encargados que el chino había contratado terminó confesando que había sido él quien organizó el robo a su jefe.

Para ello admitió haber contratado los servicios de una tercera persona que utilizó la información que él le había proporcionado, para así idear un plan que les permitiera hacerse con el botín. Este tercero contrató a su vez a los dos autores materiales del asalto. El primero de ellos fue el primer arrestado, el que ocasionó el accidente, mientras que el segundo robó el dinero del coche mientras la víctima rellenaba el parte amistoso.