El PSOE de Sevilla está completando el proceso de regeneración del partido liderado por Juan Espadas tras llegar a la secretaría general del PSOE y que, hasta ahora, se había hecho en general con consenso. Pero justo en el momento de renovación de las agrupaciones locales, la cuerda se ha tensado en la agrupación Macarena de la capital, una de las que la anterior líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz, contaba con más apoyos.

El resultado es la dimisión de la actual dirección, encabezada por el diputado Carmelo Gómez, destacado susanista, tras denunciar un "pucherazo electoral" derivado de la inclusión de militantes en el censo que votará próximamente la renovación del organigrama y que son personas ajenas al ámbito geográfico de la zona, algunas incluso procedentes de otros municipios. Dimisiones que, desde el partido, se intrepretan como la reacción de determinados militantes que ven cómo no podrán revalidar sus cargos o posiciones dentro de la citada agrupación. Y que se han producido antes de celebrarse la asamblea que, según fuentes del partido, tendrá lugar en unos días.

La renovación, que en muchas agrupaciones afines a Susana Díaz, se ha realizado sin ruido, en este caso ha intentado reabrir una brecha que el partido quiso cerrar tras el triunfo de Espadas en el proceso de primarias. 

Desde el partido se esgrime que las altas y traslados señalados, se han incluido a 78 militantes en el censo a través del Departamento de Atención a la Militancia y la Ciudadanía, son "conformes al Reglamento Federal de Desarrollo de los Estatutos", que permite adscripciones sin la referencia de la correspondencia domiciliaria.

Ahora, la dirección provincial del PSOE ha resuelto solicitar a la dirección nacional hacerse cargo de la agrupación.