Para disfrutar de las tapas y las vistas

BODEGUITA CASABLANCA

Antonio y Tomás se apellidan Casablanca, son primos y juntos han conseguido dar continuidad al restaurante de la familia, que en la década de los noventa abrió sus puertas en el número 50 de la calle Zaragoza. El Restaurante Casablanca cerró pero hace cuatro años los dos primos decidieron seguir la tradición de aquellos de los que heredaron el apellido y algo parecido a un don que les ha permitido mantener una clientela fiel a pesar del tiempo.

Para su nuevo proyecto, Antonio y Tomás eligieron la calle Adolfo Rodríguez Jurado, junto a la Avenida y la Casa de la Moneda y allí abrieron en 2005 Bodeguita Casablanca. En pocos lugares de Sevilla uno puede tomarse una caña al caer la noche plantado frente a la Catedral y la Giralda e inmerso en el bullicio y trajín de la Avenida de la Constitución.

Dos son sus especialidades: el tapeo y la atención al público. De lo primero se encarga una carta llena de propuestas que Antonio define como "típica cocina andaluza" y que incluye mariscos, pescados, carnes y toda clase de productos mediterráneos. Uno de los platos más famosos es su tortilla al whisky, todo un clásico. Aunque tampoco puede salir de allí sin pedir uno de sus arroces, que elaboran con carabineros, pollo o carrillada ibérica. Además, la casa propone cada día un guiso casero distinto como fideos a la marinera, habas con choco o garbanzos con espinaca.

De lo segundo se encarga una plantilla de diez personas que trabaja para que la Bodeguita Casablanca no sea "un bar como otro cualquiera". Cuenta Antonio que una de sus principales preocupaciones es "cuidar al máximo el servicio" y dar la mejor atención a su clientela, que define como "muy fiel y muy buena". Su objetivo es que "se sientan cómodos cuando estén aquí".

Que a dueños y clientes les gustan los toros dan fe las paredes repletas de fotografías y la decoración, en la que predomina el color albero y que a veces evoca el ambiente de una corrida en La Maestranza. También lo pone de manifiesto el hecho de que Bodeguita Casablanca -que abre de lunes a viernes y sólo sábados y domingos muy puntuales- mantenga abiertas sus puertas los fines de semana en los que hay ciclo taurino.

De Murcia, San Sebastián, Barcelona, Asturias o Madrid llegan clientes que han oído hablar del local. "Afortunadamente el boca a boca siempre nos funcionado bien", asegura Antonio.

Sentados en una mesa, fuera en los veladores o a pie de barra también son muchos los turistas que acaban visitando Bodeguita Casablanca. Los días más fuertes son jueves y viernes y el precio para un almuerzo o cena de dos personas ronda los 35 euros.

Ya está abierto el plazo para matricularse en el Curso Profesional de Repostería y Pastelería que se impartirá en la Escuela de Hostelería de Sevilla a partir del 16 de noviembre. Tiene una duración de seis meses y cuesta 2.700 euros. Toda la información en la página www.esh.es.