El dispositivo de búsqueda de Marta se reduce tras tres semanas sin éxito

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El dispositivo de búsqueda del cadáver de Marta del Castillo se ha reducido de manera considerable en los últimos días después de que en tres semanas no haya aparecido ningún rastro de esta joven de 17 años asesinada el pasado 24 de enero. Las Fuerzas de Seguridad del Estado, el Ejército y los Bomberos han comenzado a retirar paulatinamente a sus agentes de las aguas del Guadalquivir, cuyas orillas se han batido hasta cuatro veces entre Sevilla y Sanlúcar de Barrameda sin que haya aparecido nada que ayude a localizar el paradero del cuerpo.

Esta medida no supone el fin de la búsqueda en el río, que por el momento se mantiene activa pero no con tanto personal ni con tanta intensidad como en los días posteriores a la confesión del asesino. Quienes continúan en la búsqueda no quieren dejar ninguna zona del río por comprobar, de ahí que ayer los soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los agentes de la Guardia Civil que participan en el rastreo examinaran minuciosamente los restos de un dragado realizado recientemente para la obra del Metro. Este dragado se efectuó entre el 24 de enero, día en que desapareció la joven, y el 14 de febrero, fecha en la que Miguel Carcaño confesó haber matado y arrojado a Marta al Guadalquivir.

Los restos de este dragado quedaron depositados en las obras de construcción de la línea 1 del Metro de Sevilla, junto a la pasarela que se ha construido para el nuevo transporte y que cruza el río paralelo al antiguo puente de hierro de San Juan de Aznalfarache. Ahora los agentes analizan la arena tratando de encontrar en ella algún indicio del cuerpo de Marta del Castillo. Durante toda la mañana de ayer se cavaron zanjas y se utilizaron incluso excavadoras para revisar la arena acumulada en la orilla. También participaron los perros de la Guardia Civil en estas tareas. Parte de la tierra dragada fue devuelta al río, por lo que ayer por la tarde se sumergieron los buzos de la Guardia Civil bajo el puente de hierro para examinar toda la zona.

No es la primera vez que se realizan comprobaciones en tierra firme desde que comenzó el operativo de búsqueda de Marta del Castillo en el río. En varias ocasiones se han atendido las llamadas de testigos que aseguraban haber visto a Miguel Carcaño frecuentar algún descampado situado a las afueras de la ciudad y también se han inspeccionado algunas fincas de personas que conocían al asesino confeso.

La falta de éxito ha llevado a los responsables del dispositivo a reducir paulatinamente el número de personas que participan en la búsqueda. Se han retirado parte de los grupos de operaciones especiales de la Policía -algunas de las cuales vinieron expresamente de Madrid y otras zonas de España para la búsqueda- y la mayoría de los 350 militares que recorrieron las orillas del río a pie durante las dos primeras semanas. También se ha reducido el número de submarinistas de la Guardia Civil, que han pasado de 23 a 12. Los buzos sólo pueden sumergirse durante una hora el día, aprovechando el momento en el que no hay corrientes.

Además, los perros de la Policía holandesa especialistas en la búsqueda de cadáveres ya han vuelto a su país después de no detectar rastro alguno de la joven asesinada. En la búsqueda todavía participan los helicópteros de la Guardia Civil y la Policía Nacional y varias lanchas que recorren el río inspeccionando toda la superficie, sobre todo en el entorno del puente de Camas desde el que supuestamente fue arrojada la joven.

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