efeméride | 85 años de los comicios que marcaron el devenir de España

Las largas elecciones del 36

  • Los sevillanos Martínez Barrio y José Díaz figuraban, en las candidaturas del Frente Popular de Madrid 

  • Margarita Nelken y Victoria Kent eran dos de las pocas mujeres diputadas, las dos opuestas al voto femenino

Celebración en la Plaza de la Cibeles del triunfo de las fuerzas de izquierda en febrero de 1936..

Celebración en la Plaza de la Cibeles del triunfo de las fuerzas de izquierda en febrero de 1936.. / R. D.

El 16 de febrero de 1936 se celebraron elecciones generales en España. Los candidatos que en aquellos comicios competían en los carteles electorales bajo diferentes siglas (en diez de los partidos aparecía el epíteto republicano) se verían enfrentados cinco meses y dos días después en una cruenta guerra civil. Unos acabaron ante un pelotón de fusilamiento, muchos en el exilio. Aquí se deja para los historiadores el análisis de unos comicios plagados de incidentes que precipitaron el cambio de Gobierno, de Portela Valladares por Manuel Azaña, sólo tres días después de las elecciones.

El libro 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular (Booket), de los historiadores Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, publica al final todas las candidaturas por provincias. Negrín, Largo Caballero, Ibárruri, Besteiro, por un lado; Onésimo Redondo, Gil Robles, Ramón Serrano Súñer, José Calvo Sotelo, por el otro. Un ensayo electoral de un enfrentamiento que más tarde se llevó a las trincheras.

En la lista de Madrid, además de Julián Besteiro, Manuel Azaña o Francisco Largo Caballero, figuran dos sevillanos, uno de la Judería, Diego Martínez Barrio, el otro de la Macarena, José Díaz Ramos. Casi todos aquellos primeros espadas de la política nacional mueren en el exilio, salvo Julián Besteiro, que fue presidente de las Cortes y muere en 1940 en la cárcel de Carmona. Como catedrático de Derecho, fue profesor del futuro cardenal Bueno Monreal. En la lista de Madrid figura por Renovación Española José Calvo Sotelo, que había sido jovencísimo gobernador de Valencia y ministro de Hacienda con Primo de Rivera. Su asesinato el 13 de julio de 1936, que novela Muñoz Molina en La noche de los tiempos, desencadenó el golpe y la Guerra Civil.

Muy pocas mujeres en las listas. Y dos de las más importantes, Margarita Nelken, que sacó escaño por Badajoz, y Victoria Kent, por Jaén, una malagueña que había sido directora general de Prisiones, opuestas al voto femenino. Dolores Ibárruri, Pasionaria, fue un caso curioso. Salió elegida diputada en esas elecciones de febrero del 36 por Oviedo y cuatro décadas después vuelve a ocupar un escaño tras las elecciones de junio de 1977, en la mesa de edad y en un grupo donde tenía de compañero al poeta y correligionario Rafael Alberti.

Cincuenta años antes de las primeras elecciones de la democracia, Alberti está en la foto de la generación del 27 con Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Bergamín. Imagen en la que también estaba Manuel Blasco Garzón en su condición de presidente del Ateneo. También presidió el Sevilla F.C. y fue hermano mayor del Silencio. Este abogado iba en las listas de Unión Republicana por Sevilla. En las listas por la provincia, aparecían José González y Fernández de la Bandera, un médico que dos meses después de la proclamación de la República fue elegido alcalde de Sevilla, y Manuel Barrios Jiménez, maestro de escuela.

Los dos morirían fusilados en la macabra conmemoración del fracaso de la sanjurjada que también se llevó por delante la vida del notario Blas Infante, el concejal Emilio Barbero y el funcionario Fermín de Zayas.En las listas del 36 no había ningún poeta del 27, pero sí figuraban algunos escritores. Por Ávila, Claudio Sánchez-Albornoz, ministro de la República. Su hijo presidió el Instituto Cervantes y protagonizó una peliculera huida juvenil del Valle de los Caídos. Por Madrid iban Ernesto Giménez Caballero, que por edad e inquietudes era de esa generación, o Rafael Sánchez Mazas, padre de Rafael Sánchez Ferlosio y artífice principal de la historia que Javier Cercas convirtió en la novela Soldados de Salamina. En las listas de Valencia figuraban Sigfrido Blasco-Ibáñez, padre del novelista, y José García-Berlanga, padre del cineasta, un candidato que fue perseguido por la FAI de Requena y terminó en las cárceles de Franco.

Federico García Lorca también está en la foto del 27 que presidía Blasco Garzón. En las candidaturas por Granada, un socialista y un cedista muy unidos al poeta granadino. Fernando de los Ríos, el jurista que fue a Moscú a entrevistarse con Lenin, era amigo personal del autor del Romancero Gitano. Ramón Ruiz Alonso fue quien se presentó en casa de los hermanos Rosales para propiciar la detención y posterior fusilamiento de Lorca. Curiosamente, tanto el amigo como el cerebro de sus verdugos murieron en Estados Unidos, Fernando de los Ríos en Nueva York; Ruiz Alonso, en Las Vegas.

En Granada y en Cuenca hubo que repetir las elecciones por las denuncias de irregularidades. En la segunda de las provincias, los conservadores presentaron las candidaturas de José Antonio Primo de Rivera y de Franco. Al primero pretendían sacarlo de la cárcel (murió fusilado en la prisión de Alicante el 20 de noviembre de 1936) y al segundo protegerlo con el acta de diputado de cualquier represalia por la represión de la revolución de octubre de 1934. José Antonio se negó a ir con Franco en ninguna candidatura y a éste lo convenció su cuñado Ramón Serrano Súñer de que desistiera. El futuro dictador y el fundador de Falange se habían conocido el 6 de febrero de 1932 durante la boda del cuñadísimo en la catedral de Oviedo con Ramona Polo, hermana de Carmen Polo.

Tres jefes de gobierno de la República, José Giral, Diego Martínez Barrio y Manuel Azaña, cruzaron juntos la frontera francesa el 6 de febrero de 1939. Giral nació en Cuba, hijo de un militar destinado a la isla, y murió en el exilio mexicano en 1962, el mismo año que muere en París el sevillano Diego Martínez Barrio, que presidió la República en la interinidad entre Alcalá-Zamora y Azaña. Don Niceto, cordobés de Priego de Córdoba, era paisano de Alejandro Lerroux, cordobés de La Rambla, el gran derrotado de aquellas elecciones. Los dos mueren el mismo año de 1949.

Otros cruzaron la frontera, pero fueron detenidos y devueltos, como Lluis Companys. Ministro de Marina en el Gobierno de Azaña, fue encarcelado por la República cuando proclamó el 6 de octubre de 1934 el Estado Catalán. En el exilio fue capturado por agentes alemanes. Murió fusilado el 15 de octubre de 1940 en el foso del castillo de Montjuic. En aquellas elecciones hay piezas de arqueología, como Wenceslao Carrillo, padre de Santiago, que se enemistó con su hijo por apoyar el golpe de Casado contra el presidente Juan Negrín, candidato por Las Palmas y unido a la leyenda del oro de Moscú. También figuraba entre los candidatos Rodolfo Llopis, líder del PSOE histórico. José Prat, dirigente de ese partido, tendió puentes con el sector renovado que lideró tras el congreso de Suresnes Felipe González, alumno y discípulo de Manuel Giménez Fernández, que fue ministro de Agricultura de la República, sevillano con actas por Badajoz y Segovia.

En esas listas hay personajes de película como Juan March. Fue quien pagó el alquiler del Dragón Rapide en el que Franco voló de Canarias a Marruecos para poner en marcha la sublevación. Antes había financiado huelgas contra el Gobierno de Azaña y le vendió armas a Abd-el Krim. Con una vida tan azarosa, murió en un accidente de automóvil en Las Rozas.

Los nacionalistas vascos Telesforo Monzón, aristócrata y fundador de Herri Batasuna, y José Antonio Aguirre, que jugó en el Athletic, huyeron juntos desde el puerto de Santander. En la lista por Vizcaya un curioso caso de supervivencia política. José María de Areilza fue candidato con 27 años por Renovación Española, opción monárquica entre tantas siglas republicanas. En 1937 fue nombrado alcalde de Bilbao y cuatro décadas más tarde formaba parte del primer Gobierno de la monarquía del rey Juan Carlos I. Como embajador de España en Argentina vivió la visita de Evita en 1947 y como embajador en Estados Unidos la de Ike Eisenhower en 1959.

Tras las elecciones de febrero del 36, dejó el Gobierno Manuel Portela Valladares. Pontevedrés como Rajoy, también aprobó oposiciones como registrador de la propiedad. El padre del galleguismo, Alfonso Castelao, se presentó a diputado por Coruña. Se exilió a Nueva York, pasó por La Habana y murió en Buenos Aires. Gallego total.

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