El tejido empresarial sevillano intentó adaptarse desde el principio a la crisis de Covid-19, apostando por el teletrabajo en la medida de lo posible y por un cambio de modelo de negocio, en un porcentaje mayor a la media nacional y la andaluza. Así se recoge en una encuesta realizada entre el 20 y el 30 de abril, en pleno confinamiento y tras 50 días de estado de alarma, en la que participaron 4.315 empresas de todo el país, entre ellas 515 andaluzas y 92 sevillanas.

Un 35,9% de las radicadas en la provincia dice haber cambiado el modelo de negocio que venía practicando como "medida de urgencia", la solución más utilizada también en el conjunto de Andalucía, aunque con casi diez puntos menos, doce menos en el caso del país. Según el estudio, podría indicar "una mayor flexibilidad y agilidad de las empresas sevillanas para responder a un shock externo como el causado por el Covid-19".

La encuesta está incluida en el último informe GEM sobre emprendimiento, que elaboran en Sevilla expertos de la Universidad Pablo de Olavide y la Hispalense con el patrocinio de la Diputación, aunque con una metodología que permite la comparación a nivel mundial y nacional. Por segunda vez este Informe Global Entrepreneurship Monitor sale provincializado, con datos de 2019, previos la pandemia. Pero incluye la citada encuesta, como una "primera evaluación a corto plazo del impacto de la crisis del Covid-19".

Las conclusiones apuntan a que ese impacto ha sido diferente en Andalucía que en el resto de España, por "la situación de la actividad, las características del tejido productivo y del fenómeno emprendedor". Sevilla, aunque comparte características con el ámbito andaluz, también tiene sus "propios rasgos diferenciales".

Más teletrabajo

En la provincia, por ejemplo, hubo un mayor porcentaje de empresas que siguieron operando con teletrabajo (un 55,3%, frente frente al 48,2% la media del país y el 46,4% de Andalucía).

Preguntadas sobre las medidas de urgencia tomadas en el ámbito laboral, el 65,2% también apunta al teletrabajo como la principal, nueve puntos por encima de la media nacional y diez por encima de la andaluza. Los autores señalan que podría deberse a que hay más preponderancia de actividades con "mayores capacidades de adaptación tecnológica" y que se trata de una práctica que ha venido para quedarse.

Un comerciante sevillano, mirando su página web.

Menos cierres totales en el primer confinamiento

Sevilla destaca también porque los cierres temporales de negocios fueron en ese primer confinamiento menos numerosos que en España y Andalucía: afectaron al 35,3% de las empresas encuestadas, frente al 39,7% nacional y al 43,3% andaluz. Sevilla sí acusa una mayor incidencia en el cierre total o traspasos (2,4%) de los que se producen en los ámbitos regional (1,8) y nacional (2%).

El Covid-19 también ha tenido un gran impacto en la demanda en los negocios: en dos de cada tres ésta desapareció al tener que cerrar o se redujo notablemente. Pero incluso así, parece que en Sevilla fue menos gravoso que a nivel regional y nacional.

Por ejemplo, un 35,9% de las empresas sevillanas indican que la demanda se ha reducido notablemente, muy por debajo de los niveles andaluz y español, del 43,9 y 42,8%. Los negocios que aseguran haber mantenido la demanda son el 20% en Sevilla, frente al 14,2% de los andaluces y el 13,2% de los nacionales.

La provincia es también el ámbito con el mayor porcentaje de empresas que afirman que su demanda ha crecido (7,6%) y con el porcentaje menor del grupo que ha sufrido una pérdida de toda la demanda por su cierre (31,5%), lo que supone casi dos puntos menos que las cifras regionales y nacionales.

Tres de cada cuatro empresas, son pesimistas sobre el futuro próximo

Por otro lado, las tres cuartas partes de las empresas sevillanas encuestadas aseguraron tener en abril una perspectiva negativa sobre el futuro próximo. Ese porcentaje llega casi al 80% en Andalucía y España.

En la encuesta también se indaga sobre qué medidas que los empresarios creen prioritarias por parte de las administraciones para ayudarles a la reactivación. Y aquí no hay grandes diferencias entre territorios: más del 50% coincidía en la eliminación de cuotas de autónomos e IAE durante un año, así como trabas burocráticas, establecer líneas de crédito sin coste a largo plazo y reducir los costes de seguridad social de los trabajadores, por ese orden.