Una escultura, una duquesa y dos alcaldes
Primer y frío encuentro de Monteseirín y Zoido tras el 22-M
El acto de inauguración de la escultura con la que Sevilla rinde homenaje a Cayetana Fitz-James Stuart fue la primera ocasión para ver juntos a Monteseirín y Zoido tras las elecciones que le dieron la mayoría absoluta al segundo. El alcalde en funciones fue el primero en tomar la palabra, mientras que el electo contemplaba el acto desde la primera fila de las contadas sillas que la organización dispuso, tan pocas que hasta el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, Alfonso Guajardo-Fajardo, tuvo que permanecer de pie, pese a que la institución nobiliaria ha contribuido en la ejecución de la obra, realizada por Sebastián Santos Calero y donada por la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría.
Monteseirín aprovechó dicha inauguración para dar a conocer los detalles de la remodelación de los Jardines de Cristina. Y no se olvidó de rematar su discurso con el mensaje que ha pretendido que cale en el colectivo ciudadano durante los últimos años: "Hacer de Sevilla una ciudad más humana". Resumen de 12 años de mandato que ya son pasado.
La siguiente en hablar fue Isabel León, duquesa de Méritos y presidenta de la Real Academia de Bellas Artes San Isabel de Hungría, institución donante de la escultura que desde ayer pueden contemplar los sevillanos en estos jardines. "Cayetana, Sevilla quiere que permanezcas cerca de ella, entre la Giralda y el río, entre flores y con olor a azahar", le dijo la duquesa de Méritos a la de Alba, quien a continuación tomó la palabra para agradecer este monmumento a Sevilla, "la ciudad más maravillosa del mundo, de la que me enamoré desde el primer momento que la vi, un sentimiento que no ha hecho sino crecer", explicó Cayetana Fitz-James.
Tuvo también palabras de elogio a Monteseirín y no se olvidó de encargarle a Zoido, como "nuevo alcalde", un cometido: "La conservación del aire y el estilo de Sevilla, que no se tiren casas antiguas, porque esta ciudad, como Venecia, no hay más que una". Fuerte ovación de los asistentes, entre los que se encontraban sus hijos Carlos (duque de Huéscar), Alfonso (duque de Aliaga), Fernando, Cayetano y Eugenia (duquesa de Montoro), los diseñadores Victorio y Lucchino, Curro Romero y su esposa Carmen Tello, Manuel Halcón de la Lastra, Antonio Burgos, Fernando de Parias y Jesús Quintero, entre otros.
Monteserín clausuró el acto recordando la colaboración que ha tenido de la duquesa de Alba a través de las cartas que le hacía llegar al Ayuntamiento en las que le daba ciertas recomendaciones sobre la ciudad. Dicho lo cual comenzó a sonar la música. La banda sinfónica municipal interpretaba pasodobles mientras que los asistentes se dispersaban en varios grupos. Monteseirín y Zoido no cruzaron ni una palabra, ni un simple gesto. El todavía alcalde de Sevilla desapareció de inmediato mientras su sucesor atendía a los periodistas locales que le preguntaban por la composición del gobierno local. La prensa rosa hacía lo propio con los asistentes.
La duquesa de Alba ya está inmortalizada en Sevilla. En el recuerdo quedará el día en el que se inauguró su escultura. Dos alcaldes para una grande de España.
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