El alumbrado público de Sevilla está conformado por 75.000 puntos de luz y 150 centros de mando, necesarios para proteger y controlar la red, así como por 3.330 proyectores y otros 150 centros en las fuentes y el alumbrado monumental. Instalaciones en el viario público que suponen un coste superior a los 17 millones de euros al año y que requieren del empleo directo de 200 trabajadores, entre plantilla municipal y personal de las subcontratas a las que se adjudican estas labores. Una abultada factura que el Ayuntamiento de Sevilla ha intentado reducir en los últimos años con la instalación de tecnologías más sostenibles que, de entrada, han permitido reducir más de un 10% estos costes y también rebajar las emisiones contaminantes.

Para la gestión de este servicio, la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente cuenta con tres contratos: uno de conservación y mantenimiento del alumbrado fuentes y monumentos que ha duplicado el presupuesto hasta los 3 millones de euros; otro para el alumbrado viario público, que asciende a 13,6 millones de euros al año, uno de los más cuantiosos que se gestionan y adjudicado a Acisa y a Citelum Iberica. Este contrato garantiza todas las labores necesarias para la conservación de la red, el seguimiento de su funcionamiento, reparación de averías y la reposición de todos los elementos que se puedan deteriorar o quedar inutilizados.  Y hay un tercero de suministro eléctrico con energía  100% verde, adjudicado a Iberdrola, con una previsión al año de nueve millones de euros y con el que se prevé una reducción de las emisiones de CO2 en torno a  20.000 toneladas al año.

En los últimos dos años, además de la contratación de energía 100% energía renovable, el Ayuntamiento de Sevilla ha avanzado en la implantación de tecnología led. En estos momentos, en el alumbrado público en torno al 11% de los puntos de luz son led: unos 8.518. Y la iluminación de monumentos y fuentes el 40% de las instalaciones son de ese tipo también: 1.300 en total.

La implantación de esta tecnología de bajo consumo ha permitido ahorrar  en 2020 hasta 1.041.249 kWh, el equivalente a unas emisiones de 323 toneladas de CO2 sólo a través de la sustitución de luminarias por leds. Reduciendo también el flujo luminoso nocturno se ha alcanzado un ahorro de  308.257 kWh, el  equivalente a 96 toneladas de emisiones.

En euros el ahorro también es llamativo, pues esta factura verde se traduce en 1,8 millones de euros, un dinero que será reutilizado para otros gastos corrientes y  para el pago de facturas de la Gerencia de Urbanismo  y Medio Ambiente.