El presunto asesino de Laura Cerna, Antonio Gordillo, no confesó a la Policía que había descuartizado el cuerpo de la víctima "hasta que no se vio acorralado". Así lo ha dicho este lunes el jefe del grupo de Homicidios que testifica en la tercera sesión del juicio por la muerte y descuartizamiento de la norteamericana el pasado 30 de agosto de 2010.

Así, ha confirmado que Antonio Gordillo se inculpó, sólo de haber descuartizado el cuerpo, una vez que la Policía Científica constató la presencia de numerosos restos de sangre en su domicilio del Tiro de Línea.

Por otro lado, los forenses que examinaron el cadáver han descartado como "prácticamente imposible" la versión del acusado de que la víctima se apuñaló a si misma.

En su declaración ante el jurado, los forenses han relatado las tres cuchilladas en el pecho que presentaba Laura y han dicho que una de ellas tenía dos trayectorias y otras dos alcanzaron al corazón.

Previamente, la víctima recibió numerosos golpes en el ojo, la cabeza, los brazos y la espalda que posiblemente la dejaron aturdida.

Antonio Gordillo se enfrenta a 30 años de cárcel.