Aliviar los síntomas del paciente y favorecer su buena evolución son las metas principales de los equipos de emergencias, que lo consiguen gracias a la correcta prescripción farmacológica. La premura con la que se opera en los casos urgentes, muchas veces críticos, puede complicar la selección oportuna del tratamiento, teniendo en cuenta los constantes cambios en las indicaciones y dosis recomendadas de los fármacos, sobre todo cuando la medicación se aplica por vía parenteral, es decir, intravenosa, subcutánea o intramuscular.

Un total de 25 médicos y enfermeras del Valme han diseñado una Guía de Medicación Intravenosa que simplifica su labor y, según el doctor Antonio Álvarez Escamilla, director de la iniciativa, "incrementa la seguridad del paciente" en casos complejos.

Este manual, para cuya elaboración se ha contado con la ayuda del servicio hospitalario de Farmacia, describe un protocolo actualizado y práctico para el empleo de 82 fármacos, seleccionados en función de la prevalencia de su aplicación. Describe su presentación, cómo actúa en el organismo, cómo debe administrarse, qué contraindicaciones tiene y a qué cuidados deben estar atentos los enfermeros.

Su disponibilidad implica una atención de mayor calidad, en el abordaje conjunto y dentro de la misma consulta de los problemas derivados de la atención de los pacientes críticos. Así, esta herramienta, diseñada por y para profesionales de urgencias, "redunda en el beneficio del usuario en la línea de nuestro reto diario de mejora continua para ofrecer la mejor respuesta asistencial a nuestros ciudadanos", añaden el jefe del servicio de Urgencias del Valme, Cristóbal Marchante, y Margarita Herrero, supervisora de Enfermería.