El impactante manual sobre la okupación en Sevilla que está al alcance de cualquiera: “Cuanta más gente haya dentro, más se lo pensará la policía para entrar por la fuerza”
La “ofi de okupación” ofrece talleres de prácticas ilegales, para aprender a okupar una vivienda paso a paso
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La okupación sigue siendo uno de los grandes problemas en Sevilla. Especialmente, en los períodos vacacionales; cuando las viviendas se quedan vacías y se convierten en el punto de mira de esta temida práctica. Y más aún desde que surgió en la capital hispalense una escuela para okupas novatos. Incluso, cuentan con un manual previo que se halla al alcance de cualquiera.
“Este libro tiene un precio de distribución de 2 €, no pagues más que esto”, señalan en la segunda página de las 128 que completan el texto. Asimismo, sus redactores instan a la difusión del mismo: “fotocopia, distribuye, difunde como quieras”. Ellos son la “ofi de okupación” y no se ocultan.
Manual de prácticas ilegales
En esta academia “clandestina” se imparten numerosos cursos relacionados con técnicas ilegales para okupar una vivienda paso a paso. Desde cómo forzar una cerradura o los enganches eléctricos, hasta posibles estrategias de defensa jurídica, en caso de que los okupas sean acusados de algún delito: usurpación, allanamiento de morada, daños, robo con fuerza en las cosas… Así como también, ante las infracciones administrativas asociadas.
Del mismo modo, en el manual se informa sobre el tipo de inmuebles susceptibles de ser okupados y posibles claves para responder si se produce un intento de desalojo. “Cuanta más gente haya dentro, más se lo pensará la policía para entrar por la fuerza”, aconsejan. Haciendo honor a su nombre y razón de ser, la "ofi de okupación" fue presentada hace meses en unas naves propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, de las que el autodenominado Centro Social Okupado Autogestionado (CSOA), "Malatesta", se adueñó ilegalmente el año pasado. Una situación, además, ante la que el Consistorio ya ha tomado las medidas necesarias para su recuperación.
Con total visibilidad: carteles, página web y charlas abiertas
En su página web, sostienen que “la ofi de okupación nace con la pretensión de servir de palanca práctica para quienes se decidan a utilizar la okupación como forma de solucionar sus problemas habitacionales y de quienes la quieran asumir de manera reivindicativa como una herramienta contra la propiedad privada y los desmanes de la especulación urbanística”.
Por su parte, la presentación del manual es clara en que “no se trata de un tratado de okupación”, sino que sus propuestas “son sólo algunas de las posibles dentro de la experiencia colectiva acumulada”. Además, se han recopilado testimonios de casos reales. Todo ello, en compañía de opiniones bastante controvertidas sobre la propiedad privada y el alquiler.
En su particular visión, estos dos conceptos “son un robo, son los máximos símbolos de la desigualdad social, base y razón del capitalismo. El alquiler oprime generando jerarquías miserables entre propietarios e inquilinos (…) La propiedad privada permite a través del alquiler que los propietarios vivan del trabajo ajeno. Permite vivir del cuento, de la renta”, sostiene la oficina de okupación.
¿Puede la ley luchar contra las “academias de okupas”?
La existencia de este tipo de iniciativas pone de manifiesto una legislación que, en algunos aspectos, hace aguas. Así, no podemos obviar el hecho de que las prácticas de escuelas como esta suceden, hasta el momento, con total impunidad. Por el momento, el Código Penal recoge el delito de usurpación, pero no hay nada escrito sobre la difusión o apología de este tipo de contenidos. Por ello, la única forma de actuar es, quizás, luchando contra la okupación en sí misma; como hizo el Ayuntamiento de Sevilla hace unos meses, al solicitar por la vía judicial el desalojo de las naves okupadas del Polígono Store.
En este sentido, la Empresa Municipal de la Vivienda de Sevilla (Emvisesa), ya ha tomado medidas legales firmes frente a esta problemática. Concretamente, fue el 21 de marzo cuando presentó ante la Fiscalía una denuncia contra el centro social "Malatesta" por posibles delitos de usurpación y asociación ilícita. Admitida a trámite, actualmente, se están llevando a cabo diligencias previas por parte del Juzgado, a la espera de la investigación policial.
El Ayuntamiento de Sevilla, por otro lado, en el ejercicio de las potestades que la ley le reconoce para la protección de su patrimonio, está instruyendo los expedientes correspondientes para la recuperación de las naves de su propiedad que el Centro Social Okupado Autogestionado (CSOA) ocupó ilegalmente el año pasado.
Esta situación no podría ser más surrealista y así se desprende del comienzo de uno de los capítulos del manual: “Lo primero que debemos hacer es asegurar la puerta de entrada. Si podéis poner un puntal mejor que mejor; si no, echad mano de todo lo que tengáis al alcance: muebles, tablones, cadenas… Recordad que inutilizar la cerradura original de la casa os puede evitar la sorpresa de encontraros a los propietarios abriendo con su llave. Si ya la habéis asegurado bien, debería aguantar en caso de que los agentes de turno le den dos o tres patadas a ver si se abre”.
Ante esta realidad, lo mejor es seguir las recomendaciones de la Policía Nacional para prevenir la okupación y contactar con la autoridad correspondiente si sospechamos de que alguna vivienda haya podido ser okupada.
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