El juzgado levanta parte del secreto sobre el robo de droga en Jefatura
Actualmente se encuentran en prisión el ex agente en excedencia de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado y un matrimonio qye presuntamente pusieron en el mercado la droga sustraída.
El juzgado de instrucción 19 de Sevilla ha levantado parcialmente el secreto de las actuaciones sobre el robo de 150 kilos de droga en la Jefatura de Policía de Sevilla, por el que cumplen prisión incondicional un agente y otras dos personas.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha informado este viernes de que el juzgado ha decidido levantar parte del secreto sumarial y ha prorrogado un mes más el que pesa sobre otra parte de las actuaciones, si bien no ha precisado qué parte se encuentra en casa situación.
Por este robo, descubierto en junio de 2008, fue detenido en septiembre el policía nacional Lars S.M., de 35 años, agente en excedencia de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO), que ingresó en prisión incondicional.
Además fue imputada su esposa M.T.M.S., que quedó el libertad bajo fianza de 30.000 euros por un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.
Junto con el ex agente, se encuentran en prisión incondicional sin fianza desde el 15 de septiembre la pareja formada por M.A.N. y V.S.G., que presuntamente pusieron en el mercado la droga sustraída de los depósitos de la Jefatura Superior de Policía.
El ex policía arrestado estuvo destinado en la UDYCO de Sevilla y abandonó el cuerpo para dedicarse a la compraventa de barcos de recreo.
En junio de 2008 se descubrió que distintos alijos de cocaína y heroína, que según las últimas estimaciones de la juez instructora ascienden a 150 kilos de droga, habían sido robados del depósito policial en la Jefatura de Sevilla y habían sido sustituidos por harina, talco y yeso.
El cambio de las sustancias ha obligado a dejar en libertad en los últimos meses al menos a siete presuntos narcotraficantes que fueron detenidos con varios kilos de droga cada uno y que se enfrentaban a penas de hasta diez años de cárcel.
El robo se descubrió por casualidad, cuando un juzgado ordenó realizar el contraanálisis de un alijo, a petición de un abogado defensor, y la Policía se percató de que la droga había sido sustituida.
En estas diligencias fueron detenidas además, en marzo de 2009, otras dos personas, que pasaron dos meses encarceladas y finalmente el caso se sobreseyó respecto a ellas por falta de pruebas.
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