Dos individuos cometieron cinco tirones en una sola noche en Nervión. Lo hicieron con una moto robada que luego abandonaron en las inmediaciones. La Policía Nacional está buscando a los autores de estos cinco robos con violencia por un método que estaba prácticamente en desuso en Sevilla. Los hechos ocurrieron la noche del miércoles 7 de febrero. Dos de las víctimas resultaron heridas y una de ellas incluso cayó al suelo y fue arrastrada. Tuvo que ser asistida y trasladada al Hospital Virgen del Rocío.

La Policía activó un operativo por la zona y llegó a dar con la motocicleta, cuyo conductor se dirigía al barrio de Los Pajaritos. Allí los sospechosos lograron despistar a los agentes que los seguían. Poco después, dejaron estacionado el vehículo de dos ruedas en la calle José María Obando, a la espalda del Hospital de San Juan de Dios de Nervión. La Policía encontró la moto poco después y la trasladó a las dependencias de la Jefatura Superior, en la avenida de Blas Infante, donde se le ha practicado una inspección ocular y ha sido analizada por los especialistas de la Policía Científica en busca de restos biológicos de los ladrones.

Los tirones son uno de los delitos más difíciles de perseguir para la Policía, ya que los delincuentes cubren sus rostros con cascos de motoristas y resulta complicado identificarlos por la descripción de los testigos. La Policía está revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de los lugares en los que se cometieron los tirones para tratar de dar con algún rasgo que pueda ayudar a localizar a los sospechosos. Esta modalidad delictiva ha caído mucho en Sevilla en los últimos años. Sólo ladrones muy especializados seguían utilizando esta técnica para apropiarse de bolsos y joyas.

Sí hay una variante que sigue de moda, que es la del tirón a jóvenes que van hablando o chateando con el teléfono móvil por la calle. En este caso, los ladrones roban los teléfonos y suelen ir en bicicleta por el carril bici o por la acera, para así pasar más desapercibidos que en moto.