"Yo he visto llorar a Ava Gardner cuando oía cantar a Frank Sinatra"

Los invisibles

Adora su trabajo, pese a la competencia del AVE y el bajón de los petrodólares. Sus confidencias dan para varios libros. Llevó a Julio Iglesias, Plácido Domingo y Ava Gardner.

Ángel Durán, en la puerta del hotel Alfonso XIII con sendas fotos en las que aparece con Ava Gardner y Ana Obregón.

05 de diciembre 2009 - 05:03

CINCUENTA y cinco días en Pekín y sesenta en Sevilla. Así se podría titular la película que Ángel Durán Jarillo (Sevilla, 1946) protagonizó con la actriz Ava Gardner. Un timbre de gloria en su currículum de chófer privado.

-Usted no nace en Hollywood...

-Nací en la Casa de la Moneda, hijo de un inspector de tranvías.

-¿Por ahí llega al transporte?

-No. Primero trabajé de repartidor del almacén de comestibles Los Abascales. Cerró y trabajé ocho años en el taxi. Quise comprar un taxi y no pude. Por un familiar supe que buscaban un conductor en Autos Míguez. Me tuvieron seis meses de prueba.

-¿Su primer servicio?

-Para la botadura de un barco en San Fernando, en la Carraca. Contrataron varios coches para los invitados.

-¿Cómo aparece Ava Gardner en su vida?

-La recuerdo con cariño y orgullo. Vino a Sevilla en 1985 a rodar una serie de televisión, Dardanelos. Mi jefe compró un Renault 25 exclusivamente para ella. Un coche que hablaba. Una noche la estaba esperando en la puerta del hotel Alfonso XIII, subió y me dijo que ese coche con tantas luces parecía el Concorde.

-¿Qué destacaría de ella?

-El amor que tenía por los animales. En Brenes construyeron una especie de casa árabe. Había un pequeño lago para la película que en realidad era un charco. En el centro había un burro. Me pidió que fuera a por un cubo de agua y un bollo de pan. La actriz se quitó los zapatos, se metió en el agua y fue a darle pan y agua al burro.

-Platero y Ava Gardner...

-Un día que rodaba en el Alcázar encontró un gatito. Lo metió en una caja y se lo trajo al hotel. Cuando estaba rodando en el Alcázar yo tenía que subir a la habitación del hotel a darle de comer al gato. Siempre me preguntaba por el gatito, porque ella hablaba muy bien español. Supongo que lo aprendió con Luis Miguel Dominguín, con Jaime Ostos, con los Peralta, con los que iba a su finca a montar a caballo.

-¿Le gustaba Sevilla?

-Estaba enamorada de esta ciudad. Lo único que le ponía nerviosa era la gente. Omar Shariff, que también trabajaba en la serie, salía todas las noches y alguna vez le pedía que le acompañara. Siempre se quedaba en la habitación. Más de una vez me llamó a casa a las doce de la noche para que le llevara comida china.

-El síndrome de 55 días en Pekín.

-Se la compraba en el primer restaurante chino que hubo en Sevilla, junto a La Dorada.

-¿Sentía nostalgia de su país?

-No sé, pero una vez, estando en Brenes, me dijo que le buscara una cinta de Frank Sinatra. Fui al Vips de República Argentina y se la compré. Si viera usted a esa mujer llorando cuando oía en el cassette del coche la voz de Sinatra cantando New York, New York.

-¿Qué recuerdos tiene de ella?

-Los regalitos que le hizo a mis hijas Sofía y Sara, que eran dos niñas cuando las conoció. Conservo su albornoz del hotel Alfonso XIII. Un año después de marcharse, me llamó desde Londres para felicitarme las Pascuas.

-¿Y después de Ava Gardner?

-Estuve con Fabio Testi, que vino a rodar Bolero, pero no la terminó porque le salió un herpes en la boca y Bo Derek dijo que no le besaba. Y como el director de la película era su marido, John Derek...

-En esa película trabajó Ana Obregón...

-La llevé entonces y años más tarde en un programa que hizo con Carlos Herrera, que se rodaba en un cine de Sanlúcar de Barrameda convertido en estudio de televisión. Allí llevé a Lola Flores, Marujita Díaz, Rocío Jurado...

-¿Su último cliente?

-Joan Laporta cuando vino el Barça a jugar a Jerez. Hace seis años que trabaja conmigo cuando viene por Andalucía. Lo recogeré otra vez en enero para el partido de Copa con el Sevilla, aunque yo soy bético.

-¿El servicio más largo?

-Con dos matrimonios mexicanos. Lisboa-Sevilla-Valencia-Barcelona-Madrid. El turismo suramericano ha caído un ochenta por ciento. Y el cliente vips también. Al que llevábamos a Madrid, al Ritz, al Villamagna, al Palace. Eso se perdió con la inauguración del AVE. Y con los petrodólares siempre estábamos en Marbella.

-¿Le gusta el cine de Ava Gardner?

-Mogambo, 55 días en Pekín. Pero mis favoritas son las películas de golpes. De Jean-Claude van Damme, Stallone, Schwarzenegger.

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