“La Feria no se puede parar”. Así contestó ayer el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, a las insinuaciones sobre la posibilidad de que la semana de farolillos no pudiera finalmente celebrarse ante un empeoramiento de la pandemia del Covid. Lejos de caer en el desánimo, el concejal socialista quiso transmitir un mensaje de esperanza y la apuesta por la recuperación de esta celebración después de dos años suspendida.

Cabrera realizó tales declaraciones en la colocación del primer tubo de la portada, con el que comienza la cuenta atrás para la Feria, un ceremonial que no tenía lugar desde el invierno de 2019, debido a la crisis sanitaria. Tras la advertencia de la Junta de Andalucía sobre la posibilidad de que las fiestas en la comunidad autónoma pudieran verse afectadas por el auge del ómicron, la variante surafricana del Covid, el concejal aclaró que en el caso de Sevilla, estas celebraciones estaban previstas siempre que se alcanzara un porcentaje de vacunaciones, como así ha ocurrido. Además, añadió otro dato importante: la planificación que la Feria requiere.

“Montarla lleva muchos meses en el plano físico, desde el punto de vista administrativo. Por eso no podemos pararla”, aseveró Cabrera, quien recordó que “está mucho en juego”, en referencia a los múltiples negocios que dependen económicamente de que la Feria se celebre. De ahí que “la tramitación de todos los contratos, el inicio de la construcción de la portada y la adecuación del recinto sean para este gobierno una prioridad”.

Cartel con los días que faltan para la Feria.

Una declaración de intenciones hecha pública cuando faltaban 134 días para la noche del alumbrado, que el próximo año tendrá lugar un sábado, en concreto el 30 de abril, por lo que se mantendrá el formato establecido en el primer mandato de Juan Espadas. La Feria, por tanto, se desarrollará desde el domingo 1 de mayo al sábado 7, con dos festivos incluidos: el lunes 2 (por el Día del Trabajo que cae en domingo) y el miércoles 4 (festivo local).

“Vamos a seguir avanzando en los trabajos siempre con la mirada puesta en las circunstancias sanitarias”, advirtió Cabrera, quien, pese a la sexta ola pandémica que sufre la ciudad y en un día en el que los contagios superaron, después de varios meses, el millar, aseguró que “en estos momentos no hay ninguna norma ni recomendación que nos deba llevar a no avanzar en la preparación de la Feria”.

Tales son las expectativas que el Ayuntamiento pone en que la ciudad recupere su calendario tradicional de fiestas, que el propio Cabrera llamó “portada de la esperanza” a la obra de la que ayer se colocó el primer tubo. Un acto que contó, entre otros asistentes, con la pintora de las Fiestas de Primavera 2022, María Tapia;y Francisco Javier Navarro, diseñador de la portada de 2020, que por segunda vez se levantará después de que no pudiera inaugurarse tras estallar la pandemia en marzo de aquel año.

Juan Carlos Cabrera coloca el primer tubo de la portada.

La Delegación de Fiestas Mayores mantiene el mismo formato para la Feria. Nada de alternativas. Las principales novedades serán un sistema que mejore la ventilación en las casetas, precisamente, para evitar los contagios del Covid, y la sustitución de todo el alumbrado del real, donde dejarán de usarse las bombillas tradicionales por lámparas led. Según precisó Cabrera, dicho cambio (que se efectuará en 201.000 unidades) supondrá un ahorro en el consumo energético de casi 115.000 kilovatios/ horas y con él se dejarán de emitir 28,41 toneladas de dióxido de carbono al aire.

Pero, sin duda, el principal cambio vendrá de la mano del nuevo sistema de ventilación con el que contarán las casetas. Con tal fin, el área de Fiestas Mayores ha acordado con la asociación de montadores de casetas la nueva forma de mejorar la circulación del aire. De este modo, en la trastienda (donde se reúne un mayor número de personas y en la que instala la cocina), se colocará una especie de montera a dos aguas, que permitirá que el techo quede abierto y, por tanto, entre aire pero no agua en caso de que llueva. Al situarse en la parte trasera, este remonte no será visible desde las calles del real.

A ello debe sumarse el incremento de potencia para que se pueda poner el aire acondicionado. Se trata, como avanzó este periódico, de un ambicioso proyecto para renovar las redes de media y baja tensión del real de Los Remedios. Cuenta con una inversión en los próximos tres años que alcanzará los 2,9 millones. La partida para 2022 es de 900.000 euros.