El padre reconoce ante el juez que olvidó al niño dentro del coche
El progenitor declara en calidad de imputado por una presunta imprudencia y el avance de la autopsia confirma que el menor falleció debido a un golpe de calor
El padre del niño de dos años que falleció la pasada semana tras sufrir una insolación compareció ayer en el juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, donde admitió que olvidó al pequeño en el interior del coche mientras acudía a su trabajo como profesor en el I.E.S. Camas de esta localidad.
El padre del niño, que compareció ante el juez en calidad de imputado por una presunta imprudencia, corroboró con su testimonio la versión de los hechos que ha trascendido desde que se conoció el trágico fallecimiento del menor, según confirmaron fuentes del caso.
El progenitor explicó al juez que el pasado 18 de julio se dirigió hasta el I.E.S. Camas, llevando consigo a su hijo Guillermo, a quien ese día no habían dejado en la guardería porque a la mañana siguiente la familia tenía previsto marcharse de vacaciones a la costa levantina. En su comparecencia judicial, el profesor atribuyó a un olvido fortuito haber dejado al niño dentro del coche mientras realizaba unas gestiones, puesto que había acudido a firmar las actas de fin de curso. Esas gestiones, que debían durar tan sólo unos minutos, se prolongaron, sin embargo, durante bastante tiempo, por lo que a su regreso al coche encontró al pequeño bastante afectado por el calor que hacía dentro del vehículo. Las mismas fuentes no han podido precisar el tiempo que el menor pudo pasar solo dentro del coche, aunque los distintos testimonios recogidos en la localidad de Camas apuntan a que pudieron tratarse de varias horas, al menos dos. Fue el propio padre quien trasladó en un primer momento al niño hasta el centro de salud de Camas, donde entró con fuertes convulsiones y una temperatura corporal de 43 grados. Algunos expertos aseguran que un bebé encerrado en un coche aparcado al sol y sin ventilación puede morir en el plazo de entre 30 y 60 minutos por un colapso vascular, dado que en el interior de un vehículo en estas condiciones pueden alcanzarse temperaturas de 70 a 80 grados.
Una ambulancia del 061 evacuó al niño hasta el Hospital Infantil, donde tras pasar cinco días en situación de coma, falleció el pasado 22 de julio debido a los daños irreversibles en el cerebro que había sufrido por su exposición a una elevada temperatura.
La defensa del padre no quiso pronunciarse ayer sobre la declaración prestada en el juzgado que investiga el caso, si bien precisó que el matrimonio está muy afectado por la muerte del pequeño Guillermo, que en agosto iba a cumplir los dos años.
La declaración del padre se produce varios días después de que el juzgado de Instrucción número 5 acordara abrir unas diligencias previas para investigar las circunstancias de la muerte del niño y si existe algún tipo de responsabilidad penal por parte del padre.
El titular del juzgado dispone ya de un primer informe sobre la causa de la muerte de Guillermo Arias González. El avance de la autopsia que obra en poder del juzgado atribuye el fallecimiento del bebé a un golpe de calor, aunque todavía no se ha recibido el informe del Instituto de Toxicología que debe completar las pruebas anteriores.
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