Un pipicán siembra la discordia en Sevilla Este
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La eliminación de un parque canino en la calle Faustino Gutiérrez Alviz crea división entre los vecinos
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Un pipicán que provoca la discordia vecinal en Sevilla Este. Es lo que ha ocurrido con el parque de esparcimiento canino que estaba situado en la calle Faustino Gutiérrez Alviz, cuyo cierre ha provocado una importante división entre los residentes. El Ayuntamiento hispalense defiende la clausura al atender una petición del Defensor del Pueblo Andaluz ante las quejas de los vecinos por los malos olores y ruidos de este enclave, mientras que otro grupo de sevillanos -que han iniciado una campaña de recogida de firmas- niegan tal extremo y lamentan que el nuevo parque para el ocio de mascotas que prepara el gobierno local -junto al parque acuático- como sustituto no reúne las condiciones de seguridad para prestar el servicio, además de encontrarse lejos de los domicilios de los dueños.
En una sociedad donde cada vez hay más hogares con perros y gatos, la creación de parques para las mascotas se está convirtiendo en un servicio esencial para muchas familias. Sirva un dato que avala esta situación. En Sevilla capital existen 133.000 canes censados, lo que equivale a un perro por cada siete habitantes, de ahí que las zonas de esparcimiento para estos animales adquieran gran interés para muchos ciudadanos.
Es lo que ha ocurrido con la que existía hasta no hace mucho tiempo en la calle Faustino Gutiérrez Alviz, en Sevilla Este. A mediados de septiembre se cerró. En un principio, según el amplio grupo de vecinos que ha presentado la queja en el distrito correspondiente, se explicó que la clausura se debía a "la regeneración de la pradera". Sin embargo, después trascendió que el motivo obedecía a "una clausura permanente" tras las quejas por ruidos y malos olores presentadas ante el Defensor del Pueblo Andaluz.
Las ventajas del anterior parque
Esta última respuesta ha provocado bastante malestar en los dueños de las mascotas, al no haber sido consultados y negar tales críticas. Aseguran en el mencionado escrito que no se provocaban molestias en los periodos de descanso, pues el parque canino contaba con "un horario de apertura limitado". También defienden que continúe en uso por las siguientes razones: está separado de las áreas de paseo y zonas infantiles; dispone de sombra; no hay riesgo de procesionaria, insecto mortal para muchos de estos animales; y tiene buena accesibilidad para personas con movilidad reducida, lo que evita el desplazamiento en vehículo privado.
El Ayuntamiento de Sevilla, por su parte, responde a estas críticas recordando que, durante mucho tiempo, los residentes de la calle Faustino Gutiérrez-Alviz habían reclamado una nueva ubicación de este espacio en el barrio para "resolver los problemas de ruido que generaba". Críticas que habían llegado al Defensor del Pueblo Andaluz, con el que el gobierno local se reunió.
A esta demanda responden las obras del nuevo parque canino en Sevilla Este, que lleva a cabo la Delegación municipal de Parque y Jardines con una dotación de más de 97.000 euros. La nueva zona de ocio para las mascotas -junto al parque acuático Guadalpark- tendrá una superficie de 11.787 metros cuadrados. Dispondrá de un circuito para fomentar la agilidad, obediencia y destreza de los perros.
Dicho espacio se distribuirá en tres áreas. Por un lado, la pista de agility, con una extensión de 10.845 metros cuadrados. Estará equipada con diversos obstáculos como saltos, túneles y pasarelas. El pipicán ocupará 942 metros cuadrados. Se trata de un espacio cerrado y controlado, donde los animales podrán correr libremente y hacer sus necesidades sin correa. El diseño del parque también incluye una zona ajardinada con árboles y arbustos, lo que permitirá integrar visualmente el recinto en el entorno natural del Parque Torreblanca y minimizar el impacto sonoro y visual desde la Avenida del Deporte.
Sin sombra y cerca de la carretera
Los vecinos que han presentado las quejas en el Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, por contra, ponen en duda estas ventajas. Alertan de que los accesos del nuevo parque canino junto a la carretera suponen "un peligro tanto para las mascotas como para los conductores si un perro invade la vía". Aseguran que "el vallado es poco seguro". De igual modo, critican que buena parte del recorrido de esta zona está desprovisto de sombra. Otro riesgo: el elevado número de pinos en los alrededores y el interior del parque, lo que entraña un serio riesgo de aparición de procesionaria. A ello añaden un problema más: "se encuentra demasiado alejado para los vecinos de edad avanzada o con movilidad reducida".
Por todos estos inconvenientes exigen la reapertura del parque canino de la calle Faustino Gutiérrez Alviz (junto a las instalaciones de Lipasam). A esta solicitud suman "un estudio para nuevas zonas de esparcimiento canino en lugares cercanos", la mejora y mantenimiento de los parques con los que cuenta el distrito, "el compromiso de no cerrar el resto de parques" y "el estudio de las situaciones peligrosas que rodean al nuevo parque de esparcimiento canino".
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