La retirada de badenes continúa 9 meses después del plazo fijado

Movilidad sustituye los reductores de hormigón por piezas de plástico y también rebaja la altura del carril-bici en aquellos tramos en los que estaba sobreelevado

Fernando Pérez Ávila

13 de junio 2011 - 05:03

El Ayuntamiento de Sevilla ha retomado estos días el proceso de eliminación de badenes y pasos sobreelevados que no cumplían los requisitos legales. Estos elementos reductores de velocidad tendrían que haberse retirado por completo antes del 31 de octubre de 2010, fecha límite marcada por una orden del Ministerio de Fomento que regulaba este tipo de estructuras. Sin embargo, el Consistorio sevillano sólo retiró aproximadamente la mitad de los badenes ilegales antes de esta fecha y dejó aproximadamente otros 150 sin quitar.

Tras varios meses de espera, la Delegación de Movilidad ha reanudado recientemente el plan para retirar los badenes ilegales. Dentro de esta nueva actuación se ha eliminado uno de los más peligrosos, el que estaba situado en los bajos del puente del Alamillo. Esta badén era demasiado alto y fueron muchos los turismos que sufrieron daños al chocar su parte baja con la estructura de hormigón. De hecho, el Ayuntamiento fue denunciado por varios conductores y condenado en los tribunales a pagar los desperfectos causados a los coches dañados al impactar con este paso sobreelevado.

Ahora este badén se ha sustituido por uno acorde a lo que marca la normativo, de plástico negro y de dimensiones mucho más reducidas. Se han colocado dos reductores, uno en cada sentido de la marcha, antes de llegar al paso de cebra y el tramo de carril-bici que conecta el puente del Alamillo con el parque.

La orden ministerial que regula los badenes explica que los pasos de peatones sobreelevados no pueden superar en ningún caso los diez centímetros de altura ni los cuatro metros de longitud, tienen que contar con una señalización vertical y horizontal y en su parte superior sólo puede haber bandas de color blanco, nunca rojo, amarillo ni verde. Además, tienen que disponer de iluminación nocturna para garantizar su visibilidad.

La ley también acepta otro tipo de reductores, conocidos como lomos de asno, que no pueden superar los seis centímetros de altura ni los cuatro metros de longitud. Estos elementos pueden ser fabricados tanto con hormigón como con elementos como caucho o materiales plásticos. La norma también prohíbe que el carril-bici vaya sobre pasos elevados y pintado de color verde. Esto ha obligado al Ayuntamiento de Sevilla a modificar parte del trazado de la red ciclista de la ciudad para adaptarla a la normativa del Ministerio de Fomento.

La pasada semana se realizaron trabajos en diferentes puntos del carril-bici que van a un nivel más elevado que el del resto de la vía. Es el caso de la Carretera de Carmona, donde el carril va a la altura del acerado y, cuando llega a alguna intersección con otra calle, discurre elevado por una especie de badén pintado con los colores rojo y blanco en los extremos y con el verde del carril en el centro. Parte de este tramo ha sido ya eliminado a lo largo de esta semana y la anterior y se ha dejado el carril-bici a la altura de la calzada, de forma que los coches no tengan que subir un badén cada vez que cruzan el carril-bici.

Sin embargo, aunque ya se han eliminado los más peligrosos, todavía quedan muchos badenes por retirar en algunas zonas de la ciudad. El carril-bici también continúa elevado en algunos tramos, como en las inmediaciones de la estación de Santa Justa. Todos estos badenes son ilegales desde octubre de 2010 y cualquier ciudadano que sufra un percance con ellos está en su derecho de emprender acciones legales contra el Ayuntamiento de Sevilla, que ya ha sido condenado en anteriores ocasiones.

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