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Sevilla

Una serie de robos en comercios desata la indignación en San Jerónimo

  • Dos cafeterías han sufrido asaltos similares durante los últimos fines de semana

  • Una tienda de pinturas y una óptica también han sido objetivos de los ladrones

Un motorista pasa por delante de una de las cafeterías afectadas por los robos.

Un motorista pasa por delante de una de las cafeterías afectadas por los robos. / Juan Carlos Vázquez

Una sucesión de robos en comercios en las últimas semanas ha desatado la indignación de los vecinos de San Jerónimo. Durante el último fin de semana se han registrado varios robos en la zona, que han venido a continuar una racha que se prolonga ya desde la primavera. Los comerciantes están hartos de los robos y se están empezando a plantear la opción de celebrar una manifestación de protesta en el barrio pidiendo una mayor seguridad. Algo así como lo que hicieron el año pasado los vecinos del cercano barrio de Pino Montano, que llegaron a reunir a más de 4.000 personas exigiendo el fin a los robos y pequeños delitos que se registraban con cierta frecuencia en sus calles.

Mientras tanto, los comerciantes de San Jerónimo se preguntan quién será el próximo en sufrir un asalto. El último ocurrió la madrugada del viernes al sábado en la cafetería Alamillo, ubicada en la esquina de las calles Navarra y Corvina. El robo se produjo sobre la una de la madrugada, con el establecimiento ya cerrado al público. Los ladrones accedieron al local forzando una de las persianas de seguridad mediante el método conocido como el abrelatas. Esta técnica consiste en hacer presión sobre la persiana hasta sacarla de sus raíles, y luego enrollarla sobre sí misma hasta abrir un hueco suficiente para que quepa una persona.

Luego, sólo tuvieron que abrir una de las ventanas para entrar en la cafetería, de donde se llevaron el dinero que había en la caja registradora y tres décimos de la Lotería de Navidad. La propietaria de la cafetería, Antonia Perejón, explicó ayer a este periódico que tiene que hablar con el administrador de lotería para estudiar si anulan los números o no, ya que era una serie de diez y había vendido ya legalmente siete décimos. “No sé si podremos saber cuáles son los que nos han robado y poder anularlos o no”.

Esta mujer aseguró que su cafetería sufrió otro robo similar hace unos cinco meses. El ladrón entró por el mismo método, pero por una puerta diferente, la que daba a la calle Navarra. “Son muchos los robos que ha habido en el barrio, estamos un poco hartos e indignados con ese asunto”, explica la mujer.

Otra de las cafeterías asaltadas recientemente fue Serendipia, ubicada en la calle Lamprea. Este negocio fue robado el fin de semana anterior. El delito se cometió entre las tres y media y las cinco menos cuarto de la mañana. Forzaron la persiana de manera idéntica a como lo hicieron los ladrones que robaron en la cafetería Alamillo. Se llevaron el dinero de la caja, el televisor, un jamón y algunas bebidas alcohólicas. “Todo lo que han podido”, explica la responsable del negocio, Anabel Blanco.

Hace aproximadamente un mes y medio, la cafetería que regenta sufrió otro robo idéntico. En aquella ocasión le sustrajeron varias cachimbas y algo que le llamó la atención, el botiquín. “¿Quién roba un botiquín? ¿Qué van a sacar con eso?”, se pregunta la mujer. Una cliente y amiga con la que charla precisamente del robo le da una idea: “Posiblemente lo hizo porque se cortó al forzar la persiana. No creo que fuera porque quisiera revender el botiquín, digo yo”. Esta mujer trabaja en otro bar de la zona y tiene que abrir cada mañana muy temprano. “A nosotros no nos han robado todavía, hemos tenido suerte, pero tengo miedo de que un día me sorprendan en el momento de abrir y me pongan una navaja en el cuello o algo así”, explica.

Ambas mujeres cuentan que sospechan de una pareja de conocidos delincuentes del barrio, que ya han sido detenidos en varias ocasiones anteriores y que actualmente se encuentran en libertad. Son toxicómanos, dicen, y no dudarán en robar lo que sea para poder pagarse su adicción. Dicen en el barrio que también ha habido un atraco a mano armada en otros dos comercios.

Recientemente también hubo un robo en la tienda de pinturas Eurotex que está situada en la calle Medina y Galnares, esquina Cataluña, frente a la iglesia. Este negocio ha sufrido dos asaltos en un mes. También sufrió otro robo con fuerza una de las ópticas del barrio, que fue uno de los negocios desvalijados durante la pasada primavera, cuando fueron asaltadas varias ópticas de Sevilla para sustraer gafas de sol. Una serie de robos que ha provocado indignación y miedo.

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