El rock de la calle Betis

l Calle Betis, 55

05 de marzo 2009 - 05:03

GARAJE

Tres meses lleva abierto el Garaje Bar en plena calle Betis, patria chica del flamenquito local y el guiri en busca de ambiente sevillano, dispuestos sus dueños a darle un toque diferente, rockero, a la oferta nocturna de tan clásico enclave. Sus dueños son Javier Hidalgo y Javier Tejero, veteranos de la noche sevillana con su Bare Nostrum de la calle Pérez Galdós que ahora, con la colaboración especial de Rafael Natera, han montado el bar que les ha dado la gana montar.

Porque esto del bar de rock and roll, que eso es el Garaje Bar, es lo que a ellos les apetecía desde hace muchos años, y por fin se han lanzado: liquidaron el Mudakí, nombre que el local arrastraba desde hace años, y se metieron en faena. Lo que tiene de especial el bar, ya se ha dicho, es la música. "Vamos desde los años 50 ó 60 hasta lo más actual", aclara Tejero. ¿Por ejemplo? "Pues desde Elvis Presley, pasando por los Sex Pistols, hasta Marilyn Manson. O The Cure, los Rolling Stones, por poner algo más clásico, The Pixies, o Red Hot Chili Peppers... casi todo anglosajón", suelta Tejero casi de un tirón, y sigue: "Ahora vamos a empezar a poner alguna cosa española, a lo mejor Radio Futura o, más adelante, la época más rocanrolera de Gabinete, o a lo mejor algo de Lagartija Nick". Todo esto casi puede adivinarse desde que se pone un pie en el local, con los pósters, los carteles de películas, las portadas de discos que ocupan las paredes y el techo.

El público es otra cuestión importante en el Garaje. Tienen claro sus creadores que se dirigen a gente diferente de que suele frecuentar la calle Betis. Y parece que la idea funciona. "Estamos abiertos a cualquier persona, pero es cierto que el bar está muy enfocado a gente de 30 o treintaitantos años para arriba a los que les gusta la música que van a escuchar aquí, el ambiente que queremos tener, aunque ahora hay gente muy joven que se mezcla con ellos", aclara Tejero. Un público el que buscan que tiene muchas ventajas: "El ambiente es muy agradable. Con la gente que venía antes, esto estaría destrozado, pero ahora sigue todo impecable, los pósters, toda la decoración...". En el Bare Nostrum, por ejemplo, algo tan sencillo rozaría lo milagroso.

Andan en plena recuperación "de mucha gente conocida y de un ambiente que había por aquí en los años 80", referencia a cierta Sevilla canalla que deambuló entre la Alfalfa y la Alameda por la calle Feria y de la que poco rastro se adivina hoy en la ciudad.

No son pocos, por lo visto, los que oyen algo del bar, se acercan por allí un día y acaban repitiendo. Facilidades, desde luego, las tienen todas: el bar abre todos los días a las 22:30, excepto los sábados y los domingos, días en los se pone en marcha a las cinco de la tarde. "Los puretas son más tranquilos y les gusta salir de día", aclara irónico Tejero sin aclarar si él se incluye en ese grupo.

Y ahí andan, contentos con su proyecto y anunciando novedades, conciertos incluidos una vez que dispongan de la licencia que ya negocian.

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