Entre el "torpedeo" y la "risa del banquero"

Los que han sido denominados como los presupuestos "más restrictivos" ya están aprobados. Al menos, inicialmente. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, en la intervención final con la que se cerró el Pleno extraordinario con este único punto se comprometió a analizar las once enmiendas parciales que presentó el grupo municipal socialista a dichas cuentas para el próximo ejercicio. Se ponía fin así a una sesión que duró dos horas y media jalonadas de reproches entre una bancada y otra.

La delegada de Hacienda y Administración Pública, Asunción Fley, calificó de "sostenibles, serios y meditados" estos presupuestos, mientras que los portavoces de la oposición emplearon el adjetivo "irreal" para definirlos. No faltaron, tanto en la intervención del portavoz socialista, Juan Espadas, como en la del de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, alusiones al informe del Interventor municipal en el que se cuestiona algunos puntos de estas cuentas. Fley, por su parte, hizo de nuevo memoria para recordar la "losa" financiera del anterior mandato.

La tensión fue in crescendo hasta acabar con un enfrentamiento verbal entre Torrijos y el presidente del Pleno, Javier Landa. IU y PSOE presentaron una enmienda a la totalidad que fueron rechazadas. El comentario que más reacción provocó en los concejales de gobierno fue la referencia de Espadas a la sonrisa de la delegada de Hacienda, que llegó comparar con la de un "banquero", al considerar que los Presupuestos de 2013 están pensados para "satisfacer" a las entidades financieras en lugar de las necesidades de la ciudad.

El alcalde -que estuvo ausente en casi todo el Pleno ordinario que se celebró posteriormente- cerró la sesión acusando a la Junta de "torpedear" el gobierno de la ciudad, para lo que puso de ejemplo el rechazo al cambio de uso del edificio de la Gavidia, una operación previo a la venta del inmueble contemplada como ingreso en los Presupuestos del año que acaba. También pidió a la oposición que abandonara la "alargada sombra de la herencia" para colaborar en las cuentas de 2013, a las que definió como "muy decentes, realistas y coherentes".