La tercera versión del proyecto Lopetegui, el Sevilla 2021-22, dio un paso más en la preparación de la temporada con un nuevo ensayo con rival, en esta ocasión la UD Las Palmas de Pepe Mel, un equipo que incomodó a los nervionenses más que el Coventry, si bien el vasco mezcló esta vez más a sus hombres y nunca tuvo en el campo a más de cinco profesionales.

Un duelo en el que, conclusiones aparte para el cuerpo técnico, para el gran público quedó constatado que Bono, si no ocurre nada raro, de momento tiene que jugar en este equipo. Como el sábado, a Dmitrovic le tocaron los minutos más tranquilos en defensa y el serbio sigue prácticamente inédito, mientras que el marroquí otra vez agrandó su figura para protagonizar tres acciones muy destacadas, las tres prácticamente a bocajarro, que hicieron posible que el Sevilla, gracias a un tanto de Johansson, ganara el partido.Un duelo que fue de menos a más por el mayor empuje canario tras el descanso y que también se cobró alguna víctima, ya que Óliver Torres y Joan Jordán se fueron con molestias físicas.

Lopetegui, a diferencia de lo que hizo en el encuentro ante el Coventry, incluyó a muchos canteranos en el primer once, hasta cinco, tres en el bloque defensivo (Juanmi, Pablo Pérez y Pedro Ortiz) y dos atacantes (Juanlu e Iván Romero). Éstos se coordinaron bien en un equipo con gente como Jesús Navas, Rekik, Rakitic, Óscar Rodríguez y Ocampos, que jugó como está siendo habitual en los últimos tiempos en la banda izquierda.

Ante un equipo con una estructura parecida a la del inglés, con tres centrales y dos puntas y que incomodaba arriba, Rakitic ayudaba a sacar la pelota a los centrales en un periodo en el que el calor se hizo notar en las piernas, aún poco frescas, de los futbolistas. El dinamismo de Iván Romero, aunque sólo le diera en esta ocasión para mostrarse en la presión, le dio mucho aire al equipo en ataque, pero no tuvo el acompañamiento ni en la línea de tres cuartos ni el empuje necesario en la medular, con la vigilancia defensiva del joven Pedro Ortiz y Rakitic muy pendiente de él.

En la segunda mitad, Las Palmas salió con otro aire, no sólo en nombres sino también en estructura, ya que Mel cambió a línea de cuatro atrás e incomodó mucho arriba con la potencia de Peñaranda y Claudio Méndez en el ataque, causando problemas a los centrales sevilistas, en este periodo Aspar y Sergi Gómez y sin ayudas en la salida de balón.

En cuanto a detalles, que es lo que gusta al aficionado, tampoco se pueden destacar grandes cosas. Que Suso sigue interpretando y entendiendo mejor que nadie el juego. Una acción suya de fuera hacia dentro dejó a Johansson muy centrado y con espacio libre para disparar, haciendo el gol en un tiro muy ajustado en la que extrañó algo el movimiento del guardameta sevillano Vallés.

Aparte de ello, Idrissi se mostró menos que ante el Coventry, Pozo jugó de lateral izquierdo e Iván Romero encontró muchos menos espacios. Ofreció finura en la derecha José Ángel Carmona y se echó de menos la verticalidad de Carlos Álvarez, que jugó apenas 15 minutos) y la referencia de un punta, ya que sólo apareció Munir muy al final arriba sin ser, para nada, un nueve.