Sevilla FC

Fichajes de invierno, fracaso o pantomima: ni un minuto de ninguno ante el Celta

  • En el mercado de enero se enfrentan tres pareceres distintos: el de la afición y el entorno (que se mueve por la novelería), el del entrenador, que sólo busca rendimiento, y el del club: calmar a las masas

  • Quique, con un 1-2 en contra, prefirió sacar a Joan Jordán recién salido de una lesión que a Hannibal; Véliz no estaba convocado

  • El escaso rendimiento de los fichajes invernales: 276 minutos entre todos

Hannibal Mejbri, junto a Víctor Orta en su presentación.

Hannibal Mejbri, junto a Víctor Orta en su presentación. / Raúl Caro / efe

Con los fantasmas de los apuros clasificatorios aún sin espantar, a seis puntos de un Cadiz que en la próxima jornada tras el parón recibe al Granada, penúltimo, en el Sevilla llama la atención la escasa, o casi nula, aportación de los refuerzos en el mercado de invierno, una ventana a la que el club acudió sin dinero y, por los números, parece que con la única finalidad de calmar las peticiones de la opinión pública, pues hasta el entrenador en todo momento se mostró conforme y dejando todo el criterio a las decisiones del club.

En la derrota ante el Celta ni un solo minuto de participación le dio Quique Sánchez Flores a los tres refuerzos que llegaron al primer equipo. Salvo Lucien Agoumé, lesionado, los otros dos estaban disponibles y se ha demostrado que el entrenador no los entiende como tales, es decir, que no pueden reforzar nada. 

Alguno dirá... ¿Isaac Romero no puede considerarse fichaje de invierno? La respuesta puede ser un "seamos serios". Cuando además la primera intención de la dirección del club fue otra y lo sabe todo el sevillismo: la apuesta por Fofana y ceder al lebrijano a un club de Segunda División. 

Joan Jordán antes que Hannibal

Alejo Véliz no estaba ni en la convocatoria, mientras que Hannibal Mejbri, cuyo rendimiento fue decepcionante en su primera titularidad ante la Real Sociedad, se quedó en el banquillo tras las cinco sustituciones ordenadas por Quique, que prefirió incluso a Joan Jordán, que acababa de salir de una lesión, a sacar al franco-tunecino y con el marcador en contra. Es decir, un centrocampista defensivo antes que un jugador más creativo como el futbolista cedido por el Manchester United para tratar de rescatar algún punto.

En el trasfondo está la excesiva juventud de los hombres elegidos por la dirección deportiva. Con Hannibal ya explicó Quique que el jugador debía aclimatarse y "entender dónde está". 

Sobre Alejo Véliz esta misma semana también fue muy explícito. "Alejo nos ha dejado sensación buena y en otros momentos no nos ha dejado tan buena. Tiene una competencia muy alta y Alejo sabe, como sabes tú y como sé yo, que tiene dos delanteros muy en forma y otros que vienen que no van a estar tan bien. Por lo tanto, él sabe que tiene que cambiar el ritmo de sensaciones para poder tener más oportunidades", dijo este mismo viernes antes de dejarlo fuera de la lista de convocados.

Está claro que en esta historia, en los fichajes de invierno, se enfrentan tres puntos de vista claramente diferenciados:

Uno, el de la afición y el entorno (prensa, líderes de opinión, redes sociales...), cuyo deseo irreflenable de ver caras nuevas está muy por encima de todo. Este sector lo tenía claro, exige refuerzos y perder de vista a jugadores a los que ya no quería en su equipo: Rafa Mir, Januzaj, Joan Jordán (curiosamente jugó antes que estos refuerzos), e incluso jugadores que siguen dando la cara  como Óliver Torres.

Quique, reflexivo en el entrenamiento del Sevilla de este domingo. Quique, reflexivo en el entrenamiento del Sevilla de este domingo.

Quique, reflexivo en el entrenamiento del Sevilla de este domingo. / Juan Carlos Vázquez

Dos, el consejo directivo y, a caballo entre éste y el entrenador (aunque más tirando lógicamente a los jefes) el director deportivo. Da la sensación que lo que ha movido a los gestores es mover la plantilla a toda costa, como fuera y sin dinero. El plan para aliviar la masa salarial estaba cantado y era la primera premisa. Liberar altas fichas (Fernando y Rakitic accedieron a salir frente a otros que no han atendido a los ruesgos del club) era lo primero. Lo segundo, traer jugadores, era importante, pero no tanto. Y sin dinero, más. Da la sensación que fue firmar por firmar. Y jugadores excesivamente jóvenes como cedidos con opción de compra inalcanzable (como los 20 millones de Hannibal) o directamente sin esa opción (la operación de Alejo Véliz con el Tottenham). La de Agoumé, en cambio, es de 8 millones.

Tres, el entrenador, que deseaba refuerzos efectivos que ayudaran al equipo en determinados puestos y elevaran el nivel de la plantilla. En el proceso de búsqueda y negociación lo dejó todo "en manos del club", no se metió en ningún nombre y abrazó a los recién llegados con ilusión. Pero pronto se dio cuenta de que no eran precisamente refuerzos. "Al final son chicos jóvenes que necesitan un proceso", ha repetido varias veces. Y mucho más directo ha sido cuando se le ha preguntado por su futuro cuando, tras sacar un poco la cabeza tras ganar a la Real, el club filtró que podía rescindir su contrato por un precio módico. "Os pido que no me hagáis más esta pregunta. El contrato está en un cajón. Sólo sabéis una cosa: quiero mejorar constantemente y estar con grandes jugadores alrededor. Simplemente eso". 

Quique Sánchez Flores ha dado señales de que ha tenido que tirar la toalla con este asunto y que considera que los refuerzos, de momento, menos Agoumé, no están para ayudar. 

276 minutos entre Agoumé, Hannibal y Véliz

La aportación, a 18 de marzo, de los fichajes de invierno es preocupante y deja en entredicho a Víctor Orta. 276 minutos entre todos, siendo Agoumé el único que, si no ha estado lesionado, sí ha convencido a Quique, sobre todo porque permite liberar a Soumaré y dar más energía al centro del campo con la fuerza del ex del Leicester.

El jugador cedido por el Inter ha sumado un total de 164 minutos, con dos titularidades y dos partidos saliendo desde el banquillo. Es el fichaje invernal del Sevilla con el que más ha contado Quique Sánchez Flores.

De Véliz y Hannibal ya se ha visto. Los ve interesantes de cara al futuro, pero no preparados para lo que se juega el Sevilla. El argentino, cedido por el Tottenham, apenas ha disputado 23 minutos y el tunecino, propiedad del Manchester United, 89.

Luego están los refuerzos para el filial, Idumbo Muzambo y Mateo Mejía, pero más allá de que el entrenador del primer equipo los conozca, los elogie de cara al futuro y los haya incluido en alguna convocatoria cuando ha habido muchas lesiones (como Dario, Xintes, Manu Bueno, Lulo, Hormigo...) son lo que son: refuerzos para el filial.

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