Frédéric Oumar Kanouté se hartó de meter goles con la camiseta del Sevilla, muchos con la derecha o con la testa, alguno con la izquierda. Y en Nyon, con un impecable traje negro, marcó un último gol para su equipo del alma, esta vez con la mano, en el sorteo de los dieciseisavos de final de la Liga Europa. La séptima bola que extrajo el franco-malí del bombo de cabezas de serie fue la del Sevilla, que se vio emparejado con el CFR 1907 Cluj, de Rumanía. La ida será el 20 de febrero en Transilvania, a las 18:55 horas, y la vuelta una semana después en el Ramón Sánchez-Pizjuán (21:00).

Aunque se trata del vigente campeón de la liga rumana, pudo ser bastante peor para los intereses sevillistas. Aún está fresca la eliminatoria de dieciseisavos de final de la pasada edición, ante la Lazio. Pero un apunte que atañe precisamente al cuadro lacial revela el soterrado potencial de los rumanos: se han clasificado segundos de un grupo, el E, sin duda de los más fuertes de la competición, pues se completaba con los romanos, el Rennes francés y el Celtic de Glasgow, que acabó primero.

Más fútbol que pedigrí

El Cluj, pues, se enmarca en esa tipología de competidores que contienen más fútbol que historia, más armas que pedigrí. Empezó derrotando a la Lazio (2-1) en casa –los italianos son ahora mismo terceros en la Serie A–, cayeron luego con el Celtic en Glasgow (2-0), pero forjaron su pase con la doble victoria ante el Rennes (0-1 y 1-0). Tras caer en Roma (1-0), abrocharon su pase con otra victoria, la tercera en casa, ante el Celtic (2-0) en el estadio Constantin Radulescu, recinto con un aforo de 23.500 espectadores. Entre sus aficionados anida un grupo de hinchas radicales con acreditada fama de violentos.

El Cluj va en camino de revalidar la liga de su país. Tras 20 partidos es segundo con 38 puntos, a dos del líder, el Astra Giurgiu, que lo ha desbancado de la privilegiada posición en la última jornada. Lo entrena Dan Petrescu (51 años), aquel lateral derecho internacional que triunfó en el Chelsea, entre otros equipos, y que ya se enfrentó al Sevilla de Manolo Jiménez en la fase de grupos de la Liga de Campeones 2009-10, dirigiendo entonces al Unirea Urziceni.

Curiosamente, la ciudad de Cluj-Napoca tiene censados hoy algo más de 700.000 habitantes, una cifra similar a Sevilla, y es considerada la capital oficiosa de Transilvania.

El aviso de Lopetegui

Tratando de digerir aún el revés del Villarreal, y empezando a preparar ya la eliminatoria de Copa del Rey ante el Bergantiños en Riazor, Julen Lopetegui analizaba al Cluj rumano, el próximo rival del Sevilla en los dieciseisavos de final de la Europa League, según deparó el sorteo de Nyon. Y avisa de que tiene más potencial que nombre: “Es el mejor equipo de Rumanía en los últimos años, un club que ha gozado de una buena inversión en las últimas temporadas para dar el salto a nivel europeo. Ha ganado los tres partidos en casa dentro de un grupo complicado, con la Lazio, el Rennes y el Celtic, que militan en campeonatos de nivel”.

“Ellos juegan un 4-2-3-1 y tienen muchos jugadores que son referencias en la selección rumana, a lo mejor otros clubes del bombo sonaban más a la gente, pero será difícil, en casa son muy fuertes”, añadió el preparador de Asteasu.

El hecho de jugar la vuelta en Nervión no lo ve “demasiado importante”, aunque sí que suprimiría un “factor desproporcionado”, el gol con valor doble en la prórroga, “pues perjudica al que juega la vuelta en casa”. Reconoce que “queda muchísimo aún” hasta ese 20 de febrero en que se disputará la ida en Cluj. “Lo más importante es cómo estés tú, habrá que estar fuertes ante un buen rival”.

Algo más de dos meses tiene el preparador vasco por delante para que su equipo afronte en óptimas condiciones una eliminatoria con un peligro sordo.