El Sevilla Atlético prolongó su buena racha de resultados con un empate en su visita a El Ejido, con lo que sigue metido de lleno en la pelea por disputar la liguilla de ascenso a Segunda. Los de Paco Gallardo supieron competir ante un equipo que también llegaba en buena dinámica, tras firmar dos victorias y un empate antes de recibir al filial, y sumaron un punto muy válido para sus aspiraciones.

La igualdad fue la nota predominante en el partido, aunque los locales trataron de imponerse en el inicio. Así, Olavide, primero con un centro raso al segundo palo y después con un disparo cruzado, intentó sorprender la portería defendida por Alfonso. El filial sevillista se sobrepuso a ese arranque de los locales, pese a que Juan María tuvo que sustituir en el lateral izquierdo a Pablo Pérez, que se marchó lesionado. Agarrados a Iván, su mejor goleador y pichichi del grupo IV, los de Gallardo se fueron aproximando a la meta de El Ejido. El propio Iván dispondría de un remate que se fue alto y minutos después sería Casas el que también disparase desviado.

Con esa igualdad se llegaría al intermedio, lo que aventuraba un segundo acto de máxima tensión. Y comenzaría el Sevilla Atlético amenazando a su rival, aunque Wilfred le ganaría la partida a Iván en sendas ocasiones del delantero sevillista. La respuesta local llegaría de nuevo a través de Olavide, que puso en apuros a Alfonso, muy seguro toda la tarde.

En el tramo final del encuentro llegaron las ocasiones más claras para ambos equipos. Primero para El Ejido, en un disparo de falta de Sergio Pérez que se estrelló en el poste; luego para el filial sevillista, con un remate de Kibamba al larguero, tras una falta botada por Carlos Fernández. E incluso Isaac, que había entrado en la recta final del partido, dispuso de una clara ocasión, pero su remate se marchó al lateral de la red.

Ahí acabaron las esperanzas sevillistas para conseguir el triunfo, aunque los de Paco Gallardo se marcharon satisfechos con el punto, no sólo por su valor numérico en la clasificación sino también por la sensación que transmitió el equipo, que acumuló su sexto partido seguido sin perder. Tras un inicio de campaña dubitativo, el joven equipo sevillista se ha ido haciendo a la categoría y ahora vislumbra el próximo derbi desde las alturas de la clasificación.