La reunión que en la sede de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) han convocado para mañana lunes los dirigentes de Atlético de Madrid y Valencia está, de alguna manera, en el trasfondo de este encuentro entre colchoneros y nervionenses. El reparto de los beneficios que reportan los derechos de televisión es un tema que sigue latente y, tras lo ocurrido en el último encuentro entre presidentes y representante de los clubes, va a suponer un nuevo episodio, si bien es cierto que en el Sevilla esta nueva situación no ha disparado el optimismo, aunque sí supone, o debe suponer, un paso.

José María del Nido, que no viajó con el equipo, sino que se reunirá en Madrid con la expedición, irá acompañado en esta reunión por el director general, José María Cruz. Éste no estará hoy en el Vicente Calderón y se desplazará mañana lunes directamente a la cita en la sede de la LFP, a la que han confirmado su presencia todos los clubes de Primera División.

De cualquier forma, Del Nido podrá conocer algunos detalles más de lo que allí va a pasar en la comida oficial entre directivas que celebrarán hoy Atlético de Madrid y Sevilla, con Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo de anfitriones. La postura del Atlético, que en la última reunión casi pidió perdón a Florentino Pérez por asistir a la convocatoria de Del Nido en Sevilla (la llamada G-12), parece que ha cambiado algo. Entonces Gil Marín argumentó ante Real Madrid y Barcelona y el resto que fue a Sevilla creyendo que ellos (los grandes) también estaban invitados. Esto, la verdad, causó risa entre los presentes, en particular los responsables sevillistas.

Del Nido ya invitó hace tiempo públicamente a Atlético y Valencia a liderar este movimiento por su posición de mayor fuerza y presupuesto, pero estos clubes se encuentran en parecidas situaciones de dificultad económica y, además, hipotecaron su palabra firmando la propuesta de reparto de Florentino y Rossell. Cierto es que desde que ocurrió aquello, en noviembre pasado, han surgido bastantes desacuerdos y de ahí que estén abierto (no decididos aún) a escuchar al grupo que han montado Sevilla y Villarreal.

Atlético y Valencia tienen una difícil situación financiera que le obliga a amarrar sus contratos televisivos al tenerlos como aval en créditos y deudas y embargos de Hacienda, como es el caso del club rojiblanco, que aunque ha vendido a sus estrellas también se ha gastado mucho -casi lo mismo- en sus sustitutos. El Valencia, por su parte, tiene, al margen de la financiación de las obras del nuevo estadio, un gran problema con la parcela de Mestalla, hipotecada por un crédito de 250 millones de Bankia que vence el 30 de junio y que le genera unos intereses de 15 millones anuales. No obstante, gracias también a las ventas, ha conseguido una demora.

En la reunión de mañana se van a tratar temas de mucho interés para el futuro del fútbol nacional, pues se debatirá de todo, desde la desigualdad deportiva patente hasta el funcionamiento de la Liga, las competencias, el control económico y los derechos de televisión.