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Lopetegui: "Yo soy de letras y estas me dicen Real Sociedad"

Lopetegui atiende a Pablo Sanz junto a su otro ayudante, Juanvi Peinado.

Lopetegui atiende a Pablo Sanz junto a su otro ayudante, Juanvi Peinado. / José Ángel García

A tres días de un apasionante Real Sociedad-Sevilla, que abrirá la jornada única de este domingo a partir de las 14:00, Julen Lopetegui realizó en la televisión oficial del club un repaso de mensajes profundos y poca atención a las veleidades de la clasificación, a estar a seis puntos del líder y su hito de haber llegado a 100 partidos oficiales con el Sevilla.

En directo, Lopetegui recibió la enhorabuena por los 100 partidos y los ánimos ante lo que tiene por delante de José Castro, Monchi y José María del Nido Carrasco. Él lo agradeció, pero eso no hizo variar un ápice su discurso de presente y sólo presente. "Las gracias las tengo que dar yo al Sevilla y a los que han confiando en mí. No se me olvida en el momento en que llegué y cómo llegué". Y no pudo reprimir las lágrimas cuando recibió la felicitación de su padre. "Uno de los debes que tengo es el poco tiempo que he podido dedicar a estar con mi madre, que ya no está, y con mi padre", confesó.

Vídeo con los mensajes a Lopetegui por su centenario sevillista.

El entrenador sevillista no se dejó arrastrar por la euforia, como era de esperar, ante la situación de su equipo, que afronta un partido ante un rival directo, por mucho que antes del encuentro éste se encuentre a 14 puntos de distancia como quinto clasificado. ¿Hace números Lopetegui tras llegar a su partido centésimo? "Yo soy de letras y las letras me dicen Real Sociedad. Los números sólo son definitivos cuando acaba la temporada, porque como se suele decir hasta que no pasa el último cura no termina la procesión. Una vez que termina, cada uno tiene el número que le corresponde", contestó el guipuzcoano en el programa A balón parado.

"Lo curioso de cada partido es que cada uno tiene sus matices, sus días de preparación y sus cuestiones diferenciales. Nos acordamos de cada uno, pero los números no nos dicen nada más", siguió abundando en su teoría numérica.

Lopetegui volvió a valorar las especiales circunstancias que ha vivido el fútbol en general desde el parón por el Covid-19. "Es una situación diferente a las que ha podido vivir nunca un equipo de fútbol. Todos estamos en una situación diferente, pero a nosotros nos ha tocado jugar dos temporadas casi correlativas, con doce jugadores descansando sólo cinco días, y el resto, once o doce días", dijo sobre los internacionales que no pudieron descansar después de la final de Colonia, el 21 de agosto, y la Supercopa de Europa, el 24 de septiembre.

"Son muchos partidos en poco margen de tiempo, porque desde julio hasta hace poco habíamos jugado 58 partidos. Es mucho, pero es algo que no podemos cambiar y tenemos que adaptarnos. Tratamos de adecuar nuestra respuesta ante las dificultades dando lo mejor de nosotros mismos", abundó sobre ese periodo casi continuado desde el regreso de la Liga tras el confinamiento en 2020: desde el derbi del 11 de junio hasta el Celta-Sevilla del domingo 11 de abril han sido 61 partidos oficiales.

Además, Lopetegui recordó alguna anécdota, como cuando le prestó unos guantes a Monchi cuando éste, antes de recalar en el Sevilla, hizo una prueba en el Real Madrid, estando ya allí el guipuzcoano. "Me lo recordó él, yo ni me acordaba de aquella anécdota", dijo, antes de explicar cómo fue su conexión para fichar por el Sevilla. "Tuvimos una comida en Madrid y no habíamos hablado nunca profundamente. En esa conversación me quedó claro que es aquí donde quería estar. Fue sencillo ponernos de acuerdo y guardo un bonito recuerdo de aquel primer encuentro con Monchi. Vimos que teníamos muchas cosas en común y fue todo sencillo".

Hacer feliz al sevillismo en la pandemia: "Uno siente la responsabilidad que conlleva ser entrenador del Sevilla. Primero por la gente que ha confiado en mí y luego por los aficionados. Cuando uno es consciente de que de las pocas cosas que pueden hacer feliz a un sevillista es que su equipo gane, uno siente mucha responsabilidad más allá de la ilusión que te genera ganar. Eso te da una fuerza extra para ir a por los objetivos".

El presente continuo de la élite: "Ver lo que has conseguido te hace perder energía en lo que tienes que hacer. Los periodistas quieren que hables del futuro más lejano o del pasado, pero no entienden que el mundo de élite vive del presente continuo. Eso exige toda la dedicación y por eso no le he dedicado mucho tiempo a lo que pasó. Claro que tengo un recuerdo y siempre estará en mi corazón, pero una vez conseguido miramos siempre a lo siguiente".

Sin margen para disfrutar: "Me lo dice muchas veces mi mujer. Lo disfruto a mi manera. Seguramente no tienes el tiempo suficiente para disfrutar de un triunfo, en el momento que has ganado sientes alegría, pero en cuanto termina piensas en el siguiente reto. Te metes en la siguiente película y la que ha pasado ya está escrita. Creo que nuestra profesión no permite eso de disfrutar mucho de lo conseguido. Nosotros tratamos de disfrutar a nuestra manera y es lo que tratamos de trasladar a los jugadores. El fútbol de élite requiere eso y todo lo que se aleje de eso es dar ventaja a los demás".

La pasión de un club grande y familiar: "En algunas cosas sí lo esperaba y en otras me ha sorprendido para bien. Es un club grande pero muy ágil, con cercanía. Tiene las ventajas de un club grande pero también las de los clubes familiares y cercanos. En todos los puestos del club hay mucha pasión y mucha autoexigencia. Eso se empapa a los jugadores y a todos los que llegamos desde fuera".

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