Sevilla FC | Efemérides

El mayor desplazamiento de España: 85.000 aficionados en Madrid

El dato lo ofrecieron las autoridades locales, según el conteo de la Policía Local de Madrid: 85.000 aficionados del Sevilla, redondeando las cifras, fueron los que arribaron a Madrid tal día como hoy, en 2007, con motivo de la final de la Copa del Rey entre el equipo blanquirrojo y el Getafe. En el estadio Santiago Bernabéu hubo amplia mayoría sevillista. La mitad de las entradas para el rival, aproximadamente, cayeron en manos sevillistas porque no se vendieron en el lado azulón. Fuera se quedaron más de 20.000 sevillistas. Se cumplen 14 años de aquel hito en la historia del Sevilla.

La Policía Local madrileña destacó el buen comportamiento de aquella peregrinación masiva, festiva y familiar. Porque a Madrid se desplazaron familias enteras de hasta tres generaciones, de abuelos a nietos. Muchos con la esperanza de cazar alguna entrada sobrante del reparto entre las federaciones o de las que excedían del cupo del Getafe. Otros a sabiendas de que no iban a poder entrar en ningún caso.

Hubo más sevillistas en Madrid que aforo estaba permitido en el Santiago Bernabéu. Y todo para ver levantar a un equipo lanzado, el de Juande Ramos, la cuarta Copa de España en la historia del club. Se la entregó el rey Juan Carlos I a Javi Navarro, ante unos 60.000 enfervorizados sevillistas.

Titular de un diario deportivo de tirada nacional, el As. Titular de un diario deportivo de tirada nacional, el As.

Titular de un diario deportivo de tirada nacional, el As.

Curiosamente, en el siglo anterior, en 1997, hubo un gran desplazamiento de aficionados desde Sevilla, en este caso béticos, para la final de la Copa del Rey ante el Barcelona. Algunos medios lo cifraron en cerca de 80.000 aficionados. Llevaba José Castro razón cuando dijo en RNE que no hay ciudad más futbolera que Sevilla. Pero lo del 23 de junio de 2007, 20 años después, lo desbordó. Y así fue reconocido estadísticamente y por la prensa nacional. Era un equipo y una afición desbordantes de euforia y alegría.

Fue una victoria sufridísima. Kanouté aprovechó un error de la defensa azulona para realizar una galopada espectacular y hacer el 1-0. Fue en el minuto 12, como en un homenaje a su dorsal y a esa afición que, en masa, llevó en volandas a aquel equipo memorable. Pero, antes, Palop había tenido que sacar un guante prodigioso en un mano a mano con Güiza. 

Kanouté inicia su sprint entre Belenguer y Pulido para anotar el único gol del partido. Kanouté inicia su sprint entre Belenguer y Pulido para anotar el único gol del partido.

Kanouté inicia su sprint entre Belenguer y Pulido para anotar el único gol del partido. / Manuel Gómez

Aquel Sevilla estaba exhausto. Había comenzado en agosto ganando la Supercopa de Europa al Barcelona en otra noche memorable y por en medio había ganado en los penaltis y tras prórroga la segunda UEFA al Espanyol, en Hampden Park, y había incluso luchado por el título de Liga. Los minutos finales, con Kanouté expulsado en el 88, fueron de infarto.

El de Madrid era el sexagésimo tercer partido oficial de aquel equipo lanzado. La mente, la euforia y el empuje tremebundo de los 85.000 sevillistas, dentro y fuera del estadio, pudo con el lastre de las piernas. Kanouté hizo estallar al sevillismo, con las calles de Sevilla absolutamente vacías mientras Javi Navarro levantaba el cuarto título de este siglo. Aún quedarían seis más por levantar...

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