José Luis Mendilibar, prosa directa para un fútbol directo

Sevilla FC | El reportaje

El estilo natural del entrenador vasco, que dice lo que piensa en el lenguaje más permeable para el futbolista, ha calado en un vestuario que interpreta al pie de la letra su ideario

Incluso sus 'dardos' públicos a los jugadores tienen un efecto positivo por ahora

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Mendilibar, atento al trabajo de Rakitic y Gudelj.
Mendilibar, atento al trabajo de Rakitic y Gudelj. / José Manuel Vidal (Efe)

José Luis Mendilibar no tiene caseta de Feria, como la mayoría de los sevillanos, pero es consciente de la distracción que la dionisíaca fiesta primaveral puede suponer para sus jugadores y le dio un giro de tuerca más a su estilo natural, directo, espontáneo cada vez que habla a la prensa o, según reconocen desde el propio Sevilla, también de puertas para dentro. "Alguno fue a la Feria sin permiso y hoy ha jugado de maravilla", soltó como el que da las buenas noches en la rueda de prensa posterior al Villarreal. Una manera muy sui generis de ganarse el respeto del grupo. Y sagaz: un dardo con halago al receptor, un mensaje con carga humorística que despertaría hilaridad en la plantilla.

Cada rueda de prensa del veterano entrenador de Zaldivar merece un análisis con el rotulador Edding de color rojo para ir subrayando. Antes, y después de cada partido. Su mensaje es tan natural que no tiene más remedio que calar en una plantilla que estaba saturada de tanta palabrería hueca, tanta extravagancia. La reacción de Marcos Acuña rompiendo el papel a la vista de todo el estadio en el dislocado final del Sevilla-Osasuna fue el rotundo reflejo de que el equipo no creía en el ampuloso verbo de Jorge Sampaoli ni en su retorcido ideario. Necesitaban alguien que les limpiara la cabeza y les devolviera las ganas de correr y dar patadas a un balón. Mendilibar ha pulsado esa tecla.

"Mira, con la estrategia estamos acertando"

Pocos entrenadores se atreven a reconocer la superioridad de un rival que, en un partido muy abierto, acaba de doblar las rodillas ante un equipo, el Sevilla, que va ahora como un cohete y que acaba de tumbar a todo un Manchester United en la Europa League. Pero Mendilibar sí que lo hizo. "El Villarreal ha jugado muy bien y nos han creado problemas. En el segundo tiempo yo creo que han estado mejor que nosotros. Y, pues bueno, pensábamos que iba a quedar así el resultado (1-1), pero mira, con la estrategia estamos acertando".

Una franqueza rotunda la suya. Como la de los números. Su Sevilla, que ha marcado 13 goles en 6 partidos, más de dos por encuentro (en cada uno ha hecho un par salvo el pasado jueves ante el United, que fueron tres), está mostrando una enorme eficacia a balón parado: en los cuatro partidos de liga, ante Cádiz, Celta, Valencia y Villarreal, ha caído algún gol desde el saque de esquina, si bien en el Nuevo Mirandilla fue en segunda instancia, tras el mal despeje del portero local David Gil que aprovechó Lucas Ocampos. Ese peligro fue más allá en Europa, donde Badé también acertó a batir a De gea en un extraño remate con su hombro.

El Sevilla (el dato es de la cuenta de Twitter @LaLigaenDirecto) había marcado dos goles de córner en las 26 primeras jornadas de esta Liga, con Julen Lopetegui y luego Jorge Sampaoli. En las últimas 4 jornadas, ha doblado sus registros.

"Rafa Mir no puede bajar a recibir de espaldas"

Un entrenador de 62 años y con la experiencia de Mendilibar podría limitarse a decir ante los micrófonos "vamos a poner hoy toda la carne en el asador", como suelen decir los que no sueltan ni mu sobre sus intenciones tácticas. Pero no. Rafa Mir acaba de hacer un buen gol a Pepe Reina, trata de entrar en la buena dinámica y, de propina, recibe una lección desde la sala de prensa: "Él no puede bajar al centro del campo a recibir de espaldas, él tiene que correr a las espaldas de la defensa contraria Si hace eso, jugará más minutos, estará mejor y tendrá más opciones de gol. Si hace lo contrario, jugará menos, estará más jodido".

Ese mismo estilo directísimo y abierto lo usó para espolear a Suso antes del partido. "Si quiere jugar más, tendrá que correr más", soltó el técnico antes del partido con el Villarreal. Y Suso corrió más que nunca el domingo por la noche. Para delante y para atrás. Su carrera de 60 metros para asistir a Rafa Mir lo delata.

La actitud agresiva de Suso sin el balón, dentro de sus limitaciones físicas, fue la misma que la de otros compañeros que tampoco tienen en la resta una de sus grandes virtudes: Rakitic, Óliver Torres. Ambos hicieron un gran trabajo defensivo ante el Villarreal, recuperaron numerosos balones o dificultaron las transiciones de un bloque con muy buen pie. Es la madre del cordero de este equipo: todos se han embarcado en el mensaje y van a muerte. Y la suma de las partes, mayor o menor, da como resultado un equipo tan competitivo, que aún no ha perdido: tres victorias y un empate en Liga, cuatro triunfos y dos empates con la eliminatoria ante el Manchester United incluida.

"Cuando sufrimos, ellos siguen y no se callan"

Y si el vestuario sigue a pies juntillas los preceptos de Mendilibar, la afición sevillista ha tardado nada, apenas un mes, en rendirse a su competencia profesional. El Ramón Sánchez-Pizjuán se ha liberado de la angustia que lo atenazaba y encadena dos partidos ya de pura fiesta. Pero el entrenador también los mete en el canasto, también los hace parte activa: "Ven al equipo que sale a por el partido, genera peligro... eso anima a la gente y cuando sufrimos, ellos siguen y no se callan. Eso nos da fuerzas para poder seguir".

El hincha ha pasado de desear cuanto antes el final de una aciaga temporada con el objetivo de la salvación amarrado, a ilusionarse con todo fundamento con la posibilidad de otra final europea. Y quién sabe si algo más. En Bilbao reposa la llave para otra puerta hace poco lejanísima.

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