El día que Messi jugó para el Sevilla

La derrota del Villarreal en Barcelona deja al Sevilla a un triunfo de acabar cuarto

Si el Athletic no gana en Vitoria, a los blancos les vale con un punto

Messi y Neymar estudian el lanzamiento de una falta, ayer ante el Villarreal.
Messi y Neymar estudian el lanzamiento de una falta, ayer ante el Villarreal. / Alejandro García / Efe
Juan Antonio Solís

07 de mayo 2017 - 02:35

Sevilla sevilla/El 5 de mayo de 2017 quedará para la historia sevillista. Fue el día en que Lionel Messi jugó en su equipo. E hizo felices a los sevillistas con sus dos tantos y su asistencia, aportación decisiva para que el Villarreal cayera derrotado en el Camp Nou, para que al equipo de Jorge Sampaoli le haga falta ya una sola victoria para amarrar la cuarta plaza de esta Liga y, con ello, para que la institución esté en disposición de abrochar la campaña con el objetivo inicial para el que estaba confeccionada la plantilla por su presupuesto. Le basta con derrotar al Real Madrid el próximo domingo en el Bernabéu -dificilísimo- o a un Osasuna descendido en Nervión, en el epílogo de la Liga.

El razonamiento está servido: si el equipo blanco, tras morar prácticamente toda la Liga entre los cuatro primeros, no es capaz de abrochar su objetivo ante un rival desahuciado -que ha sumado 19 puntos en 35 jornadas y ha encajado 87 goles en ellas-, no merece esa plaza para la previa de la Liga de Campeones.

En el seno del club de Nervión respiraron aliviados cuando el Barcelona, a eso de las ocho y veinte de la tarde de ayer, consumó su goleada al submarino amarillo, haciendo bueno, definitivamente, el empate que los blancos firmaron ante la Real Sociedad el día anterior.

Esas tablas eran inicialmente buenas para eliminar de la pelea a la propia Real Sociedad, que queda a siete puntos de los blancos con seis por disputar (69 por 62) y también para no depender de lo que hiciera el Athletic Club. Una derrota ante la Real hubiera puesto a los sevillistas en manos de los leones, capaces de llegar a los 71 puntos aún si ganan a Alavés, Leganés y Atlético de Madrid. Ese puntito ante la Real tiene pues el inmenso valor de anular a los vizcaínos en cuanto los sevillistas ganen en la última jornada a un Osasuna ya descendido y rematen el campeonato con 72 puntos. Es más, si el Athletic no gana hoy en Vitoria, al Sevilla le valdrá hasta un empate en sus dos partidos.

Con ese 1-1 del pasado viernes, los sevillistas habían dejado suelto el cabo del Villarreal. Los castellonenses sí que podían llegar a 72 puntos con un pleno en sus tres jornadas y si lo lograban, con el goal average general en la mano, obligarían a los de Sampaoli a puntuar en el Santiago Bernabéu el próximo domingo para retener esa preciada cuarta plaza.

Pero igual que los sevillistas deben beber el cáliz de visitar a un Real Madrid jugándose la Liga, el Villarreal rendía visita ayer al líder Barcelona, un mayúsculo escollo que finalmente les ha resultado insalvable para alentar sus opciones de Champions. Ahora, con sus 63 puntos, pueden igualar los 69 que hoy suma el Sevilla si derrotan al Deportivo en El Madrigal y al Valencia en Mestalla.

Teniendo claro que Barcelona y Real Madrid viajarían en un estrato inaccesible -por mucho que estuvieran a tiro en la tabla hasta hace un par de meses-, el Sevilla se tomó el reto de plantar cara al Atlético en la lucha por esa tercera plaza que asegura la fase de grupos de la próxima Champions. Y después de haber disfrutado de hasta nueve puntos de ventaja sobre los colchoneros -en la jornada 25ª, tras vencer al Athletic en Nervión-, esa cuarta plaza final tendría cierto regusto amargo si, como parece, es el puesto final de los sevillistas: al equipo de Simeone, tras ganar ayer al Eibar, le vale con un punto ante Betis o Athletic para acabar tercero.

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