De la suficiencia de Gudelj al error del central Sergi Gómez
Elche - Sevilla | Nombres propios
Lucas Ocampos trató de rebelarse contra las circunstancias ante el Elche, algo que no hicieron muchos de sus compañeros
La crónica del Elche-Sevilla
El Sevilla jugó en Elche uno de los peores partidos de los últimos tiempos, entre otras cosas porque no fue capaz de cambiar nunca de ese fútbol de tocar y tocar tan característico con Julen Lopetegui que muchas veces lo coloca en un cara y cruz. Esta vez le salió cruz a los sevillistas y fue el Elche el que se adelantó con dos goles. El último intento de los visitantes sólo les sirvió para recortar las diferencias.
Ocampos | Es un futbolista con sangre y trató de rebelarse siempre
Bastaba con tener puesto el sonido ambiente para conocer la rabia que sentía en todo momento y cómo trató de rebelarse ante la situación generada por su error en el Camp Nou. Tuvo amor propio siempre, trató de desquitarse, pero tampoco le salieron bien las cosas y muchas veces se topó con los defensas del Elche. Eso sí, se empeñó en sacar faltas y con un árbitro como Pizarro Gómez, que tomaba las decisiones por lo que le decían, eso resultaba complicado. En esa lectura debe mejorar.
Sergi Gómez | Si no eres un agraciado en lo técnico, el ‘9’ no le puede sacar dos cuartas
La fotografía que ilustra este nombre propio no puede ser más categórica. Guido Carrillo salta dos cuartas más que Sergi Gómez en la falta que se convirtió en el dos a cero para el Elche. En estos niveles, a un central que no es un dechado de virtudes técnicas precisamente no lo pueden superar de esa manera en el juego aéreo.
Gudelj | Juega muy sobrado y después no arriesga jamás
En el arranque del segundo periodo tuvo dos acciones que lo definieron en su momento actual. La primera es el balón que pierde ante Lucas Boyé por complicarse y que salva Vaclík, afortunadamente para él; la segunda, aún peor, es la falta lateral que tira directa y que se le va fuera por mucho con todos al remate. Y encima no arriesga jamás.
Papu Gómez | Lo peor es que los suyos ya no lo buscan
En sus dos primeras comparecencias como sevillista se notaba que sus compañeros tenían plena confianza en él y lo buscaban casi como primera opción de pase, pero esto ha cambiado. Ahora ya no arriesga ninguno para conectar con él por dentro y sólo se convierte en una salida fácil para jugar para atrás.
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