Irremediablemente, el recuerdo de José Antonio Reyes lo inundó todo en el primer aniversario de su muerte, un día en el que cada gesto en el Sevilla y en el fútbol en general giró en torno a su figura. Testimonios, vídeos rescatados, artículos especiales dedicados al utrerano con más o menos sensibilidad, tuits recordando su figura, gestos como el de la plantilla del Sevilla..., todo tenía el recuerdo de un futbolista irrepetible y la gran alegría que desprendía la persona.

Desde LaLiga, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), hasta el Arsenal con un “For ever Gunner” recordando a José... la imagen del genio de Utrera presidió un lunes en el que las restricciones por el Covid-19 iban dando sus últimos coletazos.

Especial, muy especial, fue el vídeo que el departamento de comunicación del club preparó para homenajear su figura. Cerca de 21 minutos con sonidos del propio jugador en sus primeros años y también en su vuelta, e imágenes muy emotivas. Sus goles, sus jugadas cruzándose el campo, los títulos y, al final, su tristísimo último adiós en el Sánchez-Pizjuán, donde se instaló su capilla ardiente hoy hace justamente un año.

En los medios del club, un amplio desfile de personas que echaban de menos su sonrisa franca. “Todavía no me puedo creer que nos falte su sonrisa y sus ganas de vivir. Siempre lo voy a echar de menos y quiero acordarme de toda su familia. He vivido tantos momentos bonitos con él que siempre quedarán ahí. Siempre estará presente, lo ha sido todo para el Sevilla y siempre lo será”, decía Jesús Navas, capitán, amigo y quien luce ahora el dorsal de otro canterano desaparecido, Antonio Puerta.

Monchi era uno de los más afectados en el recuerdo a Reyes. “José Antonio sigue estando con nosotros porque tenía esa habilidad. Siempre estaba por su forma de ser, su alegría, su desparpajo y su positividad. Evidentemente un año no es tiempo. No lo será nunca, pero no es tiempo para que se nos haya olvidado. Sigue estando con nosotros e intento recordarlo como era él. Con alegría e intentando acordarme de los mejores momentos. Los goles ante el Valladolid, Espanyol, Betis en el Euroderbi, el pase a Bacca... Hay tantas cosas, que intento tenerlo presente siempre”, decía el isleño.

Otro de los que trataron con él y quien tuvo mucho que ver en su formación fue Manolo Jiménez, el entrenador que lo bajó de nuevo al suelo –a los campos de Tercera, algunos incluso de tierra– tras la nube en la que lo subió Marcos con su debut. “Lo tuve el año de Tercera y tengo muchas anécdotas que destacarían la gran persona que era. Recuerdo que estábamos jugando un partido en Cartaya, en campo de albero. Él estaba jugando muy bien, como siempre, y recibió una entrada muy fuerte. Pensábamos que se había roto la pierna y se lo llevaron a Sevilla para examinarlo. Cuando terminó el partido el delegado llamó y nos dijeron que no era nada grave pero que necesitaría una semana de reposo. El lunes siguiente estaba entrenando y lo hizo con los suplentes para no hacer sólo recuperación. Siempre estaba dispuesto al trabajo”, comentaba el de Arahal.

Luego pasó por las manos de Joaquín Caparrós, quien tuvo una relación casi de padre-hijo con él. “Cuando voy a Utrera creo que lo voy a ver y a charlar con él. Era un futbolista completo, universal. Todos sabemos el talento que tenía y cómo cambiaba los partidos. Cuando ibas a hablar con él enfadado te venías abajo al mirarle a los ojos. Tenía algo especial”.

Reyes estaba ayer en la cabeza de todos los sevillistas haciendo diabluras con el balón a velocidad de vértigo, parándose y dando un pase de genio o, simplemente, sonriendo.