Sevilla FC

Victoria con golazo de Óscar en un anodino test ante el Alavés

  • El Sevilla, con dos equipos distintos, ensayó con el balón de la Champions ante un césped muy irregular a cinco días del debut ante el Salzburgo

  • Tras el amistoso, ambos equipos jugaron 30 minutos suplementarios, ya sin el árbitro oficial ni televisión, en los que marcaron Loum y Guidetti para el Alavés

Rafa Mir trata de impedir el despeje de Lejeune.

Rafa Mir trata de impedir el despeje de Lejeune. / Antonio Pizarro

Un golazo de Óscar Rodríguez en el minuto 44 fue la única nota destacada de un ensayo obligado por el aplazamiento del Sevilla-Barcelona. Julen Lopetegui intentó ahondar en el trabajo de preparación de los suyos, en un amistoso ante el Alavés que finalmente se quedó en 90 minutos, sobre los 120 fijados entre los clubes en principio, y que dejó pocas notas que señalar, más allá de la impoluta imagen que dejan siempre veteranos como Fernando o Jesús Navas, que no entienden de bolos ni partidos de entrenamiento.

El encuentro amistoso terminó de manera oficial con 1-0, aunque ya sin retransmisión televisiva ni árbitro colegiado -ejerció el ex árbitro García Payán, actual delegado de campo del Sevilla- se jugaron 30 minutos suplementarios, en los que el Alavés marcó por medio de Loum y Guidetti, este de penalti.

El Sevilla sigue adoleciendo de falta de llegada. Que la temporada vaya camino ya del mes en curso, desde su inicio el 15 de agosto, no significa que Lopetegui haya dado aún con la tecla de cohesión deseada pese a que cuenta con la base de los dos años anteriores, una ventaja siempre apreciable.

Con dos equipos prácticamente distintos, uno hasta el minuto 60 en el que formaron futbolistas que necesitan meter los codos en el primer equipo, como Idrissi, Óscar o Rafa Mir, el Sevilla se impuso con lo justo sobre un Alavés que también usó el partido para darle continuidad al ritmo competitivo, pues su partido con el Villarreal es el otro aplazado junto al que debía jugarse en Nervión este sábado ante el Barcelona. En un césped, por cierto, que deja mucho que desear a cinco días del debut en la Champions.

Lopetegui ordenó jugar ya con el balón de la máxima competición oficial, pero el terreno de juego no presentaba la imagen idónea para una cita de tan alto copete.

Aun así, el Sevilla trató de llevar la iniciativa, de sobreponerse a la invitación al fútbol pastoso que daban el carácter de amistoso y el propio césped, frente a un Alavés que no le puso nunca las cosas fáciles e intentó hilvanar rápidos ataques, al estilo que trata de imprimir a su vez Javi Calleja.

Tras un inicio prometedor, con llegadas a ambas áreas y un fútbol de ida y vuelta, el partido se espesó, con Rafa Mir demasiado aislado y bien vigilado por los centrales babazorros. Ahí el Sevilla echó en falta una referencia más contundente. El cartagenero debe acomodarse a su nuevo rol y le costó hacerlo en un partido de pocos espacios.

Suso por la derecha fue el arma más incisiva del Sevilla en la primera mitad. Una falta suya desde su ángulo predilecto casi sorprende al meta Sivera al cuarto de hora, después de que Dmitrovic anduviese rapidísimo en una salida ante Pellistyri. 

Un centro pasado de Jesús Navas que voleó alto el lateral izquierdo Juan María fue lo más destacado en la primera parte, en la que Óscar no encontró tampoco su sitio por delante de Rakitic y Fernando. Aun así, fue el autor del único gol del partido, al recoger un balón en los tres cuartos, perfilarse hacia la pierna izquierda y soltar un obús que sorprendió a Sivera (1-0, 44').

A partir del minuto 60, Lopetegui cambió prácticamente todo el equipo. Pero no logró darle más dinamismo a los romos ataques sevillistas, más allá de alguna intentona por dentro de Suso o Jesús Navas, un pase interior del cual al área lo remató de primeras Rafa Mir. Detuvo un seguro Sivera.

La mejor ocasión sevillista de este periodo fue de Koundé. Otro centro pasado de Jesús Navas fue cabeceado al primer palo por En-Nesyri y Koundé, en carrera, remató alto con toda la portería para él y ahora el meta Pacheco ya batido (69').

Lo último reseñable fue un paradón de Bono a un cabezazo a bocajarro de Guidetti que terminó dando en el poste (70'). Los dos porteros sevillistas tuvieron paradas de mérito. Ahí tiene garantía Lopetegui de que la competencia le dará seguridad. Otra cosa es el encaje de piezas. Ninguno de los que tenía que reivindicarse de veras, más allá de las pinceladas de Idrissi, la voluntad de Rafa Mir, el golazo de Óscar o las ganas de los canteranos, lo hizo de veras. Total, lo insustancial del bolo no invitaba a heroicidades. Pero qué ejemplo de Fernando y Jesús Navas...

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