Todo está ya listo para que ruede el balón en el Ramón Sánchez-Pizjuán en la vuelta de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Liga Europa entre el Sevilla FC y la Lazio.

Los aficionados italianos, en torno al millar, acaban de entrar al coliseo sevillista. Las horas previas al partido habían transcurrido con normalidad, con el millar de hinchas laciales congregados en los Jardines de Murillo desde que fueron aterrizando en la ciudad, pero en las inmediaciones del estadio ha habido algún momento de tensión, con algunos tiffosi en actitud amenazante con la afición sevillista que ya estaba en Eduardo Dato, lo que ha provocado que algunos hinchas locales entraran visiblemente asustados en cafeterías de la avenida para cuidarse de posibles actos violentos. La Policía ha reaccionado inmediatamente para controlar la situación e incluso agentes a caballo han tenido que salir al galope para evitar males mayores.

El reforzado dispositivo de seguridad para este encuentro, catalogado de alto riego por la Comisión Antiviolencia siguiendo el protocolo de los partidos de la UEFA, ha trasladado al grueso de la afición de la Lazio en grupo acordonado hasta el estadio sevillista por la avenida Eduardo Dato, pero un pequeño grupo de ultras se ha quedado rezagado y ha originado ese conato.

El partido venía precedido del grave incidente acaecido la semana pasada en el casto histórico de Roma, muy cerca de la iglesia de San Pietro in Vincoli y el Coliseo, donde un grupo de ultras de la Lazio se enzarzaron en una pelea que acabó con tres sevillistas apuñalados.