Sevilla - Osasuna | Nombres propios

Del exquisito Lamela a un Ocampos que se sacudía la 'mufa'

Lamela conduce la pelota con el exterior delante de Cote.

Lamela conduce la pelota con el exterior delante de Cote. / Antonio Pizarro

Aunque esta vez no marcara ningún gol, el argentino Lamela volvía a ser uno de los protagonistas del triunfo sevillista. Su fútbol siempre elegante y con recursos preciosistas no deja de encantar a la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán. Esta vez fue decisivo para la creación entre líneas y Julen Lopetegui supo agradecer su participación dándole todo el partido entero.

Lamela | Es uno de esos futbolistas de los que es un gusto verlo manejar el balón

Definitivamente, el zurdo ha hallado en Sevilla su hábitat natural y es una verdadera gozada verlo jugar al fútbol. Los toques del balón, los quiebros, los centros, las roscas, hasta los golpeos con la derecha siendo zocato cerrado. Le faltó el egoísmo al final al no dársela a Rakitic, pero tenía tantas ganas que se le perdona.

Rakitic | Con el balón parado, al menos, sí recuerda a su nivel

Rakitic pelea por un balón con Cote en la banda derecha del ataque sevillista. Rakitic pelea por un balón con Cote en la banda derecha del ataque sevillista.

Rakitic pelea por un balón con Cote en la banda derecha del ataque sevillista. / Antonio Pizarro

Estaba desarrollando un primer periodo de lo más discreto, sin ayudar en la construcción y tampoco en los balones divididos que se quedaban entre la defensa sevillista y el centro del campo, pero está claro que la clase en el golpeo la sigue teniendo. Primero le puso un gran balón a Joan Jordán (poste) y después el córner a Diego Carlos...

Ocampos | No había más que verlo sacándose la ‘mufa’

Ocampos se mete entre Juan Pérez y Areso para conseguir después el 2-0. Ocampos se mete entre Juan Pérez y Areso para conseguir después el 2-0.

Ocampos se mete entre Juan Pérez y Areso para conseguir después el 2-0. / Antonio Pizarro

El impetuoso caballo desbocado de la banda izquierda sevillista estaba convencido de que lo había atacado la mala suerte, la mufa en su país, y no había más que ver cómo se la sacudía en su celebración del gol. Por fin, acertó con la portería contraria y debió repetir después, pero le pegó un pelotazo al portero en la cara. Eso sí, el golpeo rápido en el gol no era fácil.

Delaney | Se siente un millón de veces más a gusto suelto que como medio centro puro

Primer partido en la posición de medio centro puro para darle un descanso a Fernando. Por mucho que se comportara como un verdadero profesional e hiciera un partido muy serio ahí, fue una evidencia que le gusta mucho más jugar suelto y con posibilidades de incorporarse arriba. Le costó trabajo ofrecerse atrás.

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