Karl-Heinz Rummenige, un mito de la infancia para muchos seguidores al fútbol, una referencia en el Bayern Múnich, ha hablado de la final de la Supercopa de Europa que disputará su club de toda la vida contra el Sevilla. Y ha asegurado que prefería al Inter de Milán en la final, aunque tiene una explicación: jugó cuatro temporadas en el Giuseppe Meazza defendiendo la camiseta neroazzurra.

El director general del club bávaro vio la final de la Europa League entre el Sevilla y el Inter, y le dio una alta calificación futbolística en una entrevista a Tuttosport, donde confesó cuál habría sido su preferencia para la final de la Supercopa que se disputará el 24 de septiembre, en el Puskas Arena de Budapest, con el aforo del 30% con público en un partido experimental de la UEFA, que aún no ha definido cómo será el reparto de entradas. Es difícil que haya algún porcentaje para aficionados de ambos clubes.

"Es una pena no poder jugar la Supercopa de Europa contra el Inter. Eso habría sido un sueño. Mi partido favorito", dijo el legendario delantero alemán, campeón de Europa con el Bayern en 1975 y 1976 y héroe de la mítica semifinal entre Alemania y Francia disputada en el Ramón Sánchez-Pizjuán durante el Mundial de España en 1982. 

Su etapa en el Inter entre 1984 y 1987 marca la preferencia imposible de Rummenige, que describió la final entre el Sevilla y su ex equipo en Italia de esta manera: "Lo siento también porque el Sevilla-Inter ha sido la mejor final desde que existe la Europa League".

La final entre el Bayern y el Sevilla supondrá el tercer enfrentamiento en partido oficial entre bávaros y andaluces, después de los disputados cuartos de final de la Champions 17-18, con derrota en Nervión de los sevillistas por 1-2 y empate a cero en el Allianz Arena. 

El Bayern aspira a lograr su primer título de la inminente temporada tras el triplete de la recién concluida. De las seis Copas de Europa que ha ganado el Bayern, Rummenige ha ganado dos como futbolista y dos como alto ejecutivo del Bayern. Y, en este rol, se queda con la de 2013, por cómo le ganó la final de la Champions al Borussia Dortmund, en Wembley (1-2). "Es difícil elegir, pero sin duda la mejor fue la de 2013. En la final ganamos al Borussia Dortmund de Klopp, que nos había quitado el título en las dos Bundesligas anteriores. Había mucha tensión en el club y levantar ese trofeo fue una gran satisfacción", argumentó.