El partido del Sevilla frente al Copenhague | Análisis

La barra de progreso avanza, lenta, pero avanza

José Ángel tapa un centro de Kristiansen.

José Ángel tapa un centro de Kristiansen. / EFE

Dejándose llevar por la tremenda, mal resultado el empate del Sevilla en Dinamarca. Para los que esperaban el caos para acelerar una destitución y para los que esperan resultados inmediatos. Pero el fútbol no es para mentes equilibradas. Que la barra de progreso avanza es evidente, pero se queda a medias, aún al 50 por ciento, y eso no da para una cosa ni para otra, ni para los que quieren ya un cambio de rumbo radical ni para los que desean que el equipo, con Lopetegui, vuelva a ser el que era durante los mejores tiempos.

El Sevilla en Dinamarca, teniendo la perspectiva del nuevo equipo que es, dio un paso hacia su mejoría. Firmó su primer partido con la portería a cero y apenas concedió ocasiones (sólo una), aunque no tuvo en ataque la profundidad ni la claridad necesarias para imponer su mayor calidad. Sí en cambio tuvo fases muy buenas de dominio y toque en el balcón del área, aunque faltó el punch definitivo. Es un paso más. Si es insuficiente o no lo dirá el doble duelo ante el Dortmund.

Defensa

En la primera parte alternó Lopetegui un inicio defensivo con dos puntas con las salidas y entradas de Isco y Lamela para contener por dentro a un rival físico que despuntó por fuera en la banda de José Ángel. Por ahí, en las desconexiones con el interior de ese lado, llegó la única ocasión danesa, de Kristiansen, que se asustó de verse solo en el área y con el canterano fuera de sitio. Después, ya con Dolberg y con el Papu, la mecánica cambió, el argentino se situó por detrás en un 4-2-3-1 y el gigante rubio empezó a pivotar sin balón y a pelear por arriba para segunda jugada.

Atrás, los niños cumplieron y Gudelj también. Y fue increíble la manera en la que se vació en lo físico un Isco con el que se dudaba en esa faceta. El hambre con que el equipo fue al final a uno de los balones tras una pérdida propia es algo que no se veía no hace mucho, ante el Barça y ante el City. Con lo cual, la mejora –para quien quiera verla y no esté cegado– es patente.

Sólo durante los últimos 15 minutos de la primera mitad el equipo retrocedió metros.

Ataque

Faltó profundidad, último pase, claridad final... lo que quieran. Pero ambición no. José Ángel dio mucho brío en el inicio por su banda y conforme el partido avanzó la mecánica de ataque fue cambiando. Con Isco y el Papu llegaron los mejores minutos, tocando muy cerca del área, aunque es verdad que sin ese pase ganador.

Al final, la salida de balón viró hacia un fútbol directo para que tratara de encontrar Dolberg alguna opción de segunda jugada. Y también para evitar riesgos y no recibir un palo anímico con una pérdida indeseada.

Virtudes

El equipo ha avanzado en autoconfianza. Se ve. Y sobre todo los jóvenes han dado nivel físico.

Talón de Aquiles

Se echa en falta alguien que rompa en carrera que no sea José Angel. Esos chispazos de Ocampos...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios