Lens-Sevilla | Champions League

El decreto y las razones de Francia para vetar a los sevillistas en el estadio del Lens y sus alrededores

Intervención de la gendarmería francesa en el estadio Felix Bollaert en un partido de Champions.

Intervención de la gendarmería francesa en el estadio Felix Bollaert en un partido de Champions. / Pinau Libert / Efe

Después de que el ministro del Interior y Ultramar de Francia anunciara el domingo que su administración prohibirá la asistencia de aficionados del Sevilla al partido en Lens, por los problemas de violencia en el fútbol que está viviendo el país vecino, su departamento de prefectura ha publicado el decreto por el que ejecuta tal prohibición.

La notificación se ha producido en la mañana de este lunes, sin anticipación ninguna y con los sevillistas habiendo ya comprado sus entradas y pagado sus desplazamientos, en una cifra de unos 300, según ha confirmado José Castro desde Lille, donde este mediodía aterrizó el Sevilla para jugar en Lens este martes.

El artículo primero del decreto del gobierno galo dice así: "Desde el 12 de diciembre a las 10:00 hasta el 13 de diciembre a las 3:00 queda prohibido a cualquier persona con la calidad de seguidor del Sevilla FC, o con comportamiento similar, el acceder al estadio Bollaert-Delelis o a sus alrededores o el circular o estacionarse en la vía pública en su perímetro (pasando a describir los límites de tal perímetro y las razones en los siguientes artículos)". 

En el fundamento de las razones para el acceso al estadio Felix Bollaert, el Miniesterio del Interior y Ultramar de Francia esgrime que "existe un riesgo real y grave de enfrentamiento entre los seguidores de ambos clubes, pero también por el actual despliegue de fuerzas policiales para combatir la amenaza terrorista".

Y justifica ese temor en que hubo "peleas entre aficionados del Sevilla y el Lens" en el partido de la primera vuelta, cuando en realidad hubo riesgo de tal enfrentamiento que detectó y reprimió la Policía Nacional. O que hubo peleas entre hinchas al término del Sevilla-Arsenal, que sí existieron de forma aislada pese al gran despliegue. Y también esgrime el gobierno galo las peleas que se produjeron, igualmente de forma aislada y sin mayores consecuencias, en la final de Budapest entre el Sevilla y la Roma.

En el fondo, el problema es que la violencia en el fútbol ha arraigado en Francia, con numerosos capítulos en los últimos años que se han recrudecido este otoño. Entre éstos destacan las amenazas de muerte al ex presidente del Marsella, que terminó dimitiendo, hecho que provocó la dimisión de Marcelino; o el ataque por ultras del Nantes a una familia con las camisetas del Marsella; el apedreamiento del autobús del Lyon por hinchas del Marsella, saliendo herido el técnico Fabio Grosso; o la muerte de un ultra del Nantes tras un ataque de radicales de este equipo a un coche con hinchas del Niza...

Hay que recordar que al Sevilla-Lens acudieron 1.830 aficionados del equipo del norte de Francia, sin que hubiera que lamentar incidentes antes o durante el partido. Sin embargo, también es cierto que en Sevilla, como en otros lugares de Europa, se están produciendo constantes altercados, peleas y riñas tumultuosas entre ultras de diferentes equipos, no sólo entre los hinchas locales.

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