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El fútbol del norte por abajo

  • El Eibar ya dejó de ser el paradigma del juego tosco y ahora se consagra con cierto gusto

  • Su base es física, pero vertical y con las ideas claras

José Luis Mendilibar da instrucciones a Rubén Peña antes de que actúe en el Espanyol-Eibar de octubre pasado.

José Luis Mendilibar da instrucciones a Rubén Peña antes de que actúe en el Espanyol-Eibar de octubre pasado. / toni albir / efe

Si afortunadamente escapó del tópico de equipo con el que todos hacían la broma hace unos años cuando se iban a referir a los campos de Segunda, también ha logrado el Eibar sacurdirse ese estigma del fútbol del norte. Actualmente, el equipo que dirige José Luis Mendilíbar es uno de los que más hace pasar el balón por el centro del campo de la Liga Santander, pero, como pasa siempre con estas cosas, ha llegado un momento en el que parecía que los únicos que lo hacían eran Las Palmas de Quique Setién y el Sevilla de Sampaoli.

Pero el mérito viene de años atrás, pues puso las bases para ser lo que es hoy ya en la categoría de plata, en la que confeccionó un equipo y un modelo para rebelarse a ese estigma con un tal David Silva por ejemplo entre los futbolistas de aquella temporada.

El vestuario del Eibar forma hoy un grupo homogéneo con un buen trato del balón y las ideas muy claras. Apela a un fútbol físico sin que ello tenga que significar tosquedad en el manejo de las situaciones. Un equipo agresivo, con bandas que se incorporan al ataque (sobre todo en la derecha con Capa), pivotes que aprietan de verdad, dosis de talento para la conducción en los tres cuartos y un delantero con poder para enchufarlas. El lugar que ocupa en la clasificación, séptimo, es una muestra de ello.

sin balón

Uno de los secretos del Eibar reside en su sistema defensivo. Con un pilar fuerte en el centro del campo, es verdad que hoy echará en falta a Dani García, un jugador con un excepcional rendimiento (han empezado a preguntarse por qué Lopetegui no piensa en él) al que une un disparo seco demoledor desde media y larga distancia. Escalante mantiene el tipo delante de una zaga que sabe lo que hace y con la ayuda de un equipo tremendamente sacrificado que disputa con intensidad y ayudas permenentes cada zona de influencia del balón.

Presión desde arriba, incrementándose considerablemente en las bandas y acuciado tras la pérdida, repliegue intensivo a una gran velocidad si son superados en algunas de sus líneas...

con balón

Es un equipo, más que directo, vertical. Y físico, muy físico. Con mucho empuje por los costados con Capa y Luna, en tres cuartos hay jugadores que conducen con tranco (Bebé) y calidad (Inui). Golpeo con Pedro León, y gol con Enrich y Adrián. La fuerza del centro se verá mermada sin Dani García, pero no hay que desdeñar a Escalante.

lo mejor

Viene inmerso en una racha temible con dos goleadas por 4-0.

lo peor

Los centrales puede sufrir por bajo.

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